Ballet Folklórico Infantil: Tradiciones de México vibran en Yucatán

En una noche de ritmos y colores, el Teatro Armando Manzanero fue testigo del poder transformador de la danza. El Ballet Folklórico Infantil de Yucatán celebró su sexto aniversario llevando al escenario un viaje emocional por las tradiciones de México.

Una gala que honra las raíces

El espectáculo «Del Timbal a la Tambora» no fue solo una función de baile. Fue un homenaje vivo a la diversidad cultural mexicana, protagonizado por niñas y niños de entre seis y quince años que mostraron disciplina, pasión y una entrega conmovedora.

Durante más de una hora, el escenario vibró con las notas de la Orquesta Jaranera del Estado, acompañando una veintena de piezas que retrataron con precisión y color los sonidos y vestimentas típicas de Yucatán, Campeche, Guanajuato y Zacatecas.

Una escuela de arte y valores

La directora del Ballet, Maestra Nelsy Ku, destacó el impacto que tiene la danza en el desarrollo integral de las infancias:

«El arte, el deporte, son formas en la que apoyamos a las niñas y niños a estar ocupados, a fortalecer sus capacidades psicomotrices y al mismo tiempo a darles reconocimiento».

No se trata solo de mover el cuerpo, sino de nutrir el alma. Cada ensayo, cada paso, es una herramienta de aprendizaje, socialización y empoderamiento infantil.

Cultura viva: el compromiso institucional

El evento contó con la presencia de Patricia Martín Briceño, titular de la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta), quien resaltó la importancia de este tipo de proyectos:

«Desde la Secretaría hemos asumido el compromiso de fomentar el amor por nuestras raíces y el gusto por el folclor mexicano. Con el Renacimiento Maya impulsamos una cultura viva, inclusiva y profundamente arraigada».

Este respaldo institucional ha sido clave para consolidar al Ballet Folklórico Infantil como una referencia regional y un semillero de futuros artistas.

Testimonio de una transformación

El Ballet no solo ha formado tres generaciones de bailarines; ha transformado vidas. Muchos exintegrantes hoy forman parte de otras agrupaciones artísticas, perpetuando un movimiento cultural en constante crecimiento.

La gala dejó claro que estas iniciativas no son meros espectáculos. Son plataformas de identidad, donde niñas y niños aprenden a amar lo que son y de dónde vienen.

Un homenaje que resuena en el corazón

La función «Del Timbal a la Tambora» fue también un acto de gratitud. La Sedeculta reconoció el esfuerzo de madres, padres, maestros y equipos artísticos que sostienen este proyecto con pasión y constancia.

Y sobre todo, fue un regalo de las infancias al público: un recordatorio de que la cultura se mantiene viva cuando las nuevas generaciones la sienten, la bailan y la comparten.

En tiempos de hiperconexión y distracción constante, ver a niñas y niños vibrar con las tradiciones de su país es una lección de futuro. ¿Qué pas pas\u00aría si cada estado apostara por sembrar arte en la infancia como lo hace Yucatán?

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