En Chetumal, una revolución silenciosa está ocurriendo. Con botellas plásticas como aliadas, empleados y ciudadanos se unen en «Dejando Huella», una campaña que redefine la educación ambiental en Quintana Roo.
Compromiso institucional con el planeta
Desde hace tres meses, el Sistema Quintanarroense de Comunicación Social (SQCS), liderado por Alma García Muñoz, participa activamente en la campaña «Dejando Huella». Esta iniciativa ha logrado recolectar 46.1 kilogramos de residuos plásticos tipo PET y PEAD, que fueron entregados a la asociación civil ECOCE, especializada en reciclaje y educación ambiental.
El gesto va mucho más allá de la recolección de plástico: es una declaración de principios. El SQCS asume el rol de agente educativo dentro y fuera de sus instalaciones, promoviendo un cambio de conciencia en sus colaboradores y sus familias.
El marco que impulsa la acción: el Nuevo Acuerdo por el Bienestar
Esta campaña se enmarca dentro del Nuevo Acuerdo por el Bienestar y Desarrollo de Quintana Roo, una visión impulsada por la gobernadora Mara Lezama Espinosa. El objetivo: lograr una transformación profunda en la relación sociedad-naturaleza. No se trata sólo de limpiar, sino de educar, sensibilizar y empoderar a los ciudadanos para que asuman una participación activa en la conservación de los ecosistemas.
«Cada pequeño esfuerzo cuenta», afirma el comunicado del SQCS. Y es que, en un mundo saturado de plástico, cada botella reciclada es una victoria.
Un trabajo en equipo con impacto local
El éxito de «Dejando Huella» no sería posible sin la colaboración de los trabajadores de oficinas centrales y Caribe FM Cancún. Su participación activa refleja el espíritu de una comunidad que entiende que el cambio ambiental empieza en casa y en el trabajo.
Esta sinergia ha permitido no solo la recolección de residuos, sino la construcción de una narrativa positiva alrededor del medio ambiente, demostrando que los medios también pueden ser protagonistas en la lucha contra la contaminación.
Ciudadanos al centro del cambio
«Dejando Huella» está abierta a toda la ciudadanía. Con una invitación clara y directa:
«Tú también puedes ser parte del cambio. Súmate a #DejandoHuella, recolecta tus envases de PET y PEAD, y ayúdanos a cuidar nuestro planeta.»
Este llamado no solo busca aumentar la participación, sino también sembrar conciencia colectiva sobre la urgencia de actuar frente al deterioro ambiental. Iniciativas como esta pueden escalar, inspirar otras regiones y consolidarse como modelos replicables.
Educación ambiental desde la raíz
Uno de los pilares de «Dejando Huella» es su enfoque educativo. El SQCS promueve que cada colaborador transmita lo aprendido en casa y en la escuela. Así, la campaña va tejiendo una red de conciencia intergeneracional que podría garantizar un futuro más sostenible para Quintana Roo.
Valores como el respeto por la naturaleza, el consumo responsable y el reciclaje, dejan de ser conceptos abstractos para convertirse en hábitos cotidianos.
Una huella que vale la pena dejar
En un contexto global donde el cambio climático amenaza con alterar nuestro estilo de vida, iniciativas locales como «Dejando Huella» son faros de esperanza. Si bien el peso recolectado es modesto en cifras, su impacto simbólico y educativo es inmenso.
¿Qué pasaria si cada institución pública o privada se sumara con la misma pasión? Tal vez entonces, la huella que dejemos no sea de daño, sino de cuidado.