Una afirmación que sacudió el escenario diplomático
¡La soberanía no se negocia! Con esa premisa, Claudia Sheinbaum enfrentó una nueva polémica internacional tras negar la participación de Estados Unidos en operativos contra el narcotráfico en México, después de que el ICE afirmara haber liderado acciones en territorio mexicano.
Estados Unidos asegura haber «liderado» operativos en México
El 14 de mayo, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) publicó un comunicado en el que se adjudicaba el liderazgo de un operativo contra el Cártel de Sinaloa, logrando desmantelar tres narcolaboratorios. Según el ICE, la acción se realizó con la colaboración de la Fiscalía General de la República (FGR), la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
La afirmación encendió las alarmas: ¿Estados Unidos actuando en suelo mexicano sin autorización plena? Las implicaciones en materia de soberanía, colaboración binacional y narrativa político-electoral son profundas.
Sheinbaum responde: «No vamos a permitir violaciones a nuestra soberanía»
En su conferencia matutina del 15 de mayo, la presidenta Claudia Sheinbaum fue tajante:
«Desde hace muchos años, desde que estuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador y a la fecha, no participan ni coordinando ni elementos de alguna agencia en algún operativo en nuestro territorio.»
Con esta declaración, Sheinbaum reafirmó una postura heredada de la llamada «Cuarta Transformación»: cooperación sí, subordinación no.
Un eco del pasado: Calderón y la era de la injerencia
La mandataria también lanzó una crítica velada al modelo de seguridad implementado durante el sexenio de Felipe Calderón, periodo en el que agencias como la DEA, la CIA y el FBI tuvieron fuerte presencia en operativos dentro de México.
«Ellos quisieran seguir operando como en el periodo del neoliberalismo», acusó Sheinbaum.
Este contraste narrativo no es menor: marca una ruptura con el pasado y una reafirmación del control estatal sobre el territorio nacional.
Cooperación, pero con límites claros
Pese a la negación de operativos conjuntos en campo, Sheinbaum reconoció que existe coordinación y colaboración con Estados Unidos:
«Hay coordinación, colaboración, hay cooperación, en el marco de respeto de nuestras soberanías.»
Este matiz es crucial. En el contexto actual de lucha contra el narcotráfico, la inteligencia compartida, los mecanismos de intercambio de información y el patrullaje de fronteras son necesarios. Pero, según Sheinbaum, eso no implica permitir la presencia directa de agentes extranjeros en territorio mexicano.
Las implicaciones para la relación bilateral
Este desacuerdo público entre el discurso del ICE y la versión del gobierno mexicano podría tensionar, nuevamente, la relación bilateral en materia de seguridad.
- Estados Unidos ha presionado constantemente por mayor intervención directa para frenar el tráfico de fentanilo y otras drogas.
- México, por su parte, sostiene que debe mantenerse el respeto al principio de no intervención.
Este incidente pone sobre la mesa la necesidad de protocolos claros y comunicación pública coordinada, para evitar contradicciones que puedan erosionar la confianza mutua.
La narrativa del poder: soberanía como eje de gobierno
El manejo de este incidente también revela cómo Sheinbaum está construyendo su narrativa presidencial. Al confrontar al ICE, se posiciona como una líder que defiende con firmeza la independencia del país. Un mensaje potente de cara a la opinión pública.
La soberanía nacional se convierte así en un eje simbólico de su mandato, alineado con la continuidad del proyecto de AMLO, pero también con tintes propios.
Una frontera invisible pero infranqueable
La discusión sobre los narcolaboratorios y la participación de EE.UU. pone en evidencia que, en la lucha contra el crimen organizado, las fronteras geográficas pueden ser difusas, pero las fronteras políticas son infranqueables para un gobierno que desea mantener el control total de su territorio.
El dilema persiste: ¿hasta dónde puede llegar la cooperación sin comprometer la soberanía? Una pregunta clave para el futuro inmediato de la relación México-EE.UU.