En enero de 2023, México se estremeció con la captura de Ovidio Guzmán. Hoy, su posible acuerdo con EE.UU. amenaza con borrar ese sacrificio.
El alto costo de capturar a Ovidio Guzmán
La detención de Ovidio Guzmán López, alias «El Ratón», no fue un operativo cualquiera. Fue una acción quirúngica del Ejército Mexicano que dejó un saldo trágico: militares muertos y una sociedad consternada. Según Omar García Harfuch, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, fue «100% una operación mexicana». Hoy, ver al hijo de El Chapo colaborar con la justicia de Estados Unidos genera una mezcla de frustración y alarma.
¿Acuerdo a cambio de información?
La preocupación de García Harfuch es clara: «Sería lamentable que Ovidio obtuviera beneficios judiciales por cooperar con Estados Unidos». El contexto lo justifica. Ovidio enfrenta cargos por narcotráfico, lavado de dinero y posesión de armas de guerra. Sin embargo, su intención de declararse culpable podría ser parte de un acuerdo mayor que le evitaría una condena proporcional.
La extradición y el giro inesperado
Desde su extradición en septiembre de 2023, Guzmán López ha cambiado de estrategia. Inicialmente se declaró inocente, pero ahora, en vías de una negociación con la fiscalía de EE.UU., su colaboración podría darle un trato favorable.
La próxima audiencia está fijada para el 9 de julio de 2025 en Chicago, y todo apunta a que allí se declarará culpable.
Una familia en exilio: el otro lado del trato
El acuerdo no solo involucra a Ovidio. El 9 de mayo, por la garita de San Ysidro, llegaron a EE.UU. 17 familiares suyos bajo la figura de «parole humanitario«. Entre ellos, su madre, Griselda Guadalupe López Pérez, segunda esposa de El Chapo.
Este movimiento no tiene precedentes públicos por su escala. Expertos coinciden en que es parte del pacto que el capo negocia con el Departamento de Justicia estadounidense. «Es el resultado de que se lleva a su familia», dijo García Harfuch.
¿Impunidad disfrazada de estrategia?
Mientras se garantiza seguridad a la familia Guzmán López, la percepción en México es de impunidad transnacional. La justicia no debería tener fronteras, advirtió Harfuch, recordando que en la operación murieron militares mexicanos. «La justicia no puede detenerse en la frontera», sentenció.
Sinaloa en guerra: los herederos del Cártel fracturado
Desde septiembre de 2024, Sinaloa vive una guerra interna. Los Chapitos contra La Mayiza: antiguos aliados hoy enemigos.
Resultados de los operativos:
- Más de 100 detenidos
- Cerca de 2,000 armas aseguradas
- Más de 1,500 vehículos incautados
«Se traicionaron entre ellos, y eso desató una violencia tremenda», explicó Harfuch. Para contener la escalada, la presidenta Claudia Sheinbaum ordenó refuerzos conjuntos entre Ejército, Marina, Guardia Nacional y autoridades locales.
Terrorismo o crimen organizado: la línea diplomática
Mientras Estados Unidos propone catalogar al Cártel de Sinaloa como organización terrorista, el gobierno mexicano mantiene su postura firme: cooperación sí, pero sin intervención.
«No vemos viable que ingresen tropas de Estados Unidos», afirmó Harfuch, reivindicando la autonomía y capacidad del Estado mexicano.
Lo que está en juego el 9 de julio
Ovidio enfrentará a la jueza Sharon Johnson Coleman en Chicago. Doce cargos lo acorralan, pero su colaboración podría redefinir su destino judicial. Si se concreta el acuerdo, marcará un precedente en el tratamiento judicial de capos extraditados.
Mientras tanto, su hermano Joaquín Guzmán López también negocia un posible acuerdo tras haber llegado a EE.UU. junto a Ismael «El Mayo» Zambada, a quien supuestamente habría secuestrado.
El caso Ovidio Guzmán plantea una pregunta incómoda: ¿Puede el sacrificio de una nación valer menos que un acuerdo judicial? Mientras los soldados caen y las familias mexicanas sufren, en Chicago podría definirse el futuro de uno de los hombres más peligrosos del narcotráfico contemporáneo. La justicia, para ser justicia, debe ser también memoria.