La sombra poderosa que cruzó la frontera
El 9 de mayo de 2025, 17 integrantes de la familia Guzmán cruzaron la frontera por San Ysidro. Entre ellos, una figura clave: Griselda López Pérez, madre de Ovidio Guzmán y esposa de confianza de «El Chapo». No era solo una acompañante. Era la matriarca de un linaje narco.
La mujer tras el capo
Griselda López Pérez, nacida el 19 de agosto de 1959, fue la segunda esposa formal de Joaquín Guzmán Loera. Tuvieron cuatro hijos: Édgar, Griselda Guadalupe, Joaquín y Ovidio. Su vínculo con «El Chapo» fue más que familiar: fue su operadora de confianza.
El periodista Jorge Fernández Menéndez lo resumió en Radio Fórmula: «Griselda era su mujer de confianza en temas operacionales. Siempre aparecía en los organigramas del Cártel de Sinaloa difundidos por la DEA.»
Una presencia constante y autorizada
Durante la reclusión de Guzmán en Puente Grande, en 1995, Griselda no solo lo visitaba, lo hacía con respaldo del entonces subdirector del penal, Dámaso López Nuñez, quien luego sería uno de los líderes del cártel.
A diferencia de otras esposas, Griselda gestionaba relaciones políticas y empresariales, e incluso figuraba como propietaria de JM Constructores. Fue dueña del rancho donde capturaron a Ovidio en 2023, sitio de reuniones con actores del poder local.
En la mira de EE.UU.
En 2012, el Departamento del Tesoro la incluyó en la lista Kingpin. John Arvanitis, de la DEA, la señaló como «una importante facilitadora criminal». Su influencia, sin embargo, no cesó. En 2010 fue detenida pero liberada en menos de 24 horas. Tenía cuentas con montos que superaban sus ingresos y fue puesta bajo vigilancia financiera.
Madre, gestora y protectora
En 2015, defendía públicamente a sus hijos: «Ovidio es un niño que ni al caso. Él tiene su esposa. Yo le he enseñado valores», declaró a Noroeste. Y en 2023, tras el Culiacanazo, cubrió los gastos funerarios de sicarios caídos. La comunidad de Jesús María la respaldaba: «Tuvieron más ayuda de él que del gobierno», decía una mujer.
Dinastía fracturada
El clan Guzmán está dividido: Iván y Jesús Alfredo (hijos de Alejandrina Salazar) vs. Ovidio y Joaquín (hijos de Griselda). Anabel Hernández y «El Mini Lic» han documentado esta tensión. Mientras unos apuestan por la violencia, los Guzmán López crecieron bajo el amparo estratégico y financiero de Griselda.
El cruce que lo cambió todo
El reciente cruce fronterizo fue todo menos común. 17 familiares, 70 mil dólares en efectivo, equipaje de lujo y resguardo de francotiradores estadounidenses. Fernández Menéndez no dudó: «El personaje más relevante era ella.»
Detrás del traslado hay un acuerdo de Ovidio con el Departamento de Justicia, que incluiría protección para su familia.
El legado de Griselda
Griselda López Pérez no fue una simple acompañante. Fue arquitecta, gestora y defensora de un imperio. Su historia es la de una mujer que desafió las reglas del narco, construyendo poder desde las sombras, hasta cruzar una frontera con custodia y billetes.