El 9 de mayo de 2025, mientras San Ysidro seguía su ritmo habitual, una operación silenciosa redefinió la guerra contra el narco. Diecisiete familiares de Ovidio Guzmán cruzaron a EE. UU. como parte de un acuerdo sin precedentes.
El inicio del pacto: Ovidio y su jugada maestra con EE. UU.
Ovidio Guzmán, conocido como «El Ratón», enfrentaba un destino casi sellado tras su extradición en 2023. Pero en lugar de resistir, negoció: una declaración de culpabilidad a cambio de algo más valioso que su libertad parcial: la seguridad de su familia.
La extradición que lo cambió todo
Tras ser capturado en Culiacán, fue enviado a EE. UU. acusado de narcotráfico, lavado de dinero y tráfico de fentanilo. Con una condena perpetua en puerta, el DOJ abrió la puerta a la negociación.
Esta estrategia legal es común en EE. UU., donde muchos acusados de delitos federales cooperan para recibir sentencias reducidas. Sin embargo, el caso de Ovidio destaca por la inclusión de un paquete de protección familiar tan amplio y sensible.
Una condición inédita: proteger a los suyos
La entrega de sus parientes fue clave para su colaboración. «Es evidente que, al estar su familia yéndose a Estados Unidos, es por esta negociación», confirmó Omar García Harfuch. El objetivo: evitar represalias del Cártel de Sinaloa y enemigos internos.
El temor era real: en las pugnas del narco, la familia suele pagar el precio de la traición. El FBI temía posibles atentados o secuestros si Ovidio colaboraba. Por eso, la protección debía ser total.
Operación San Ysidro: un cruce milimétricamente planeado
El traslado comenzó en Jesús María, Sinaloa, bastión de los Chapitos. Diecisiete personas, entre ellas Griselda López Pérez, madre de Ovidio, tomaron un vuelo a Tijuana. De allí, caminaron hasta EE. UU. bajo vigilancia del FBI y U.S. Marshals.
Equipaje de lujo y francotiradores
Cada uno llevó maletas, sumando $70,000 dólares en efectivo. La seguridad fue extrema: incluso se desplegó un francotirador por riesgo de atentado. Fueron recibidos en silencio y transportados a un lugar confidencial.
Los detalles del equipaje –maletas de marcas de lujo, dinero en efectivo declarado– reflejan una planificación cuidadosa. No fue una huida improvisada, sino una reubicación pactada.
¿Cómo entraron legalmente?
Expertos sugieren uso de mecanismos como «parole» humanitario o visas S, diseñadas para testigos e informantes. Estados Unidos activó todos sus recursos legales para sellar este pacto.
El parole humanitario, bajo la sección 212(d)(5) del INA, permite el ingreso temporal por razones urgentes. Las visas S, en tanto, permiten incluso a familiares beneficiarse del estatus del testigo cooperante.
La respuesta mexicana: entre la sorpresa y el control narrativo
Inicialmente, la presidenta Claudia Sheinbaum declaró desconocer los detalles. «No hay más información que la de los medios», dijo. Sin embargo, la presión mediática creció.
Reconocimiento forzado
Días después, García Harfuch confirmó que se trató de una entrega voluntaria negociada por Ovidio con EE. UU. «No eran buscados por la justicia mexicana», aclaró, justificando su salida legal del país.
Este punto fue clave para justificar la inacción de las autoridades mexicanas. Legalmente, no había causa para impedir su salida del país.
Tensiones diplomáticas
La FGR solicitó formalmente información al DOJ. El reclamo es claro: si Ovidio fue extraditado, México tiene derecho a conocer los movimientos posteriores.
Esta exigencia refleja una tensión permanente: México quiere preservar su soberanía legal, mientras EE. UU. actúa con autonomía cuando le conviene.
EE. UU. y su estrategia de testigos: proteger para desmantelar
El caso Guzmán es un ejemplo del uso de leyes como WITSEC y visas S para lograr cooperación. Más que castigar, buscan inteligencia.
Precedente para otros narcos
Este tipo de protección podría atraer a más colaboradores: sentencias reducidas y seguridad familiar son incentivos poderosos.
El Departamento de Justicia muestra así un enfoque sofisticado y estratégico: reducir condenas para obtener información valiosa que permita desmantelar redes enteras.
Impacto interno: el Cártel de Sinaloa tambalea
La reubicación de los Guzmán podría romper el equilibrio en «Los Chapitos». Iván Archivaldo y Alfredo quedarían expuestos si Ovidio testifica.
Guerra interna
Analistas como Luis Chaparro prevén que la cooperación de Ovidio podría beneficiar a «La Mayiza» y desatar más violencia en Sinaloa.
La fragmentación del Cártel de Sinaloa, ya en curso, podría acelerarse si la información revelada debilita una facción y fortalece a otra.
México-EE. UU.: una relación con fisuras
La entrega de los familiares evidenció fallas en la coordinación bilateral. México exige transparencia; EE. UU. prioriza eficacia.
¿Dónde queda la soberanía?
Este episodio resalta la dificultad de equilibrar cooperación con respeto mutuo. Para México, saber que un grupo vinculado a un capo fue reubicado sin su pleno conocimiento representa un desafío institucional.
¿Un patrón futuro?
La fórmula «cooperación + reubicación» podría repetirse. Pero cada vez que EE. UU. actúe sin consultar a México, el tejido diplomático se tensionará.
Cierre reflexivo: un caso que desnuda la lucha antinarco
Este episodio revela una estrategia distinta en la lucha contra el narco: no solo capturar, sino negociar y proteger. Pero también expone las tensiones entre soberanía y efectividad. ¿Puede México permitirse quedar al margen de operaciones tan cruciales?
El equilibrio entre justicia y diplomacia sigue en juego. Las consecuencias de esta operación apenas comienzan a desplegarse.