En 2009, Vicente Zambada Niebla fue detenido en una lujosa residencia del Pedregal. Hoy, Ovidio Guzmán sigue sus pasos. El narco ya no se hereda: se negocia.
De heredero del cártel a testigo estrella
Vicente Zambada Niebla, conocido como El Vicentillo, no solo era el hijo de Ismael «El Mayo» Zambada. Era también su sucesor natural en el Cártel de Sinaloa. Desde los 15 años, operaba rutas de tráfico en Cancún, Ciudad de México y Tijuana, junto a su tío Jesús «El Rey» Zambada.
Pero en 2009, tras la captura de su tío, fue detenido antes de sellar un pacto secreto con la DEA. En 2010, fue extraditado a Estados Unidos, donde se declaró culpable en 2014. Lo que siguió fue histórico.
Los términos del acuerdo con EE.UU.
- Entrega de información clave sobre rutas, finanzas y funcionarios corruptos.
- Confiscación simbólica de bienes por 1.3 mil millones de dólares.
- Evitó la cadena perpetua.
- Ingreso al programa de testigos protegidos.
- Beneficios migratorios para su familia.
Según el juez Rubén Castillo, fue uno de los testigos más valiosos en el juicio contra Joaquín «El Chapo» Guzmán.
Hoy, vive en libertad con nueva identidad en la costa este de EE.UU., operando un modesto taller automotriz. En 2021, fue visto en el aeropuerto de Washington D.C., volando a Miami. Su nombre fue eliminado de la lista de la OFAC.
¿Cómo operaba El Vicentillo antes de su caída?
El Vicentillo era más que un operador: era un estratega del crimen. Su control de rutas desde el sureste mexicano hasta la frontera norte le permitía manejar toneladas de droga semanalmente. Se encargaba de coordinar cargamentos con cárteles colombianos, manejar casas de seguridad y supervisar pagos a autoridades corruptas.
El uso de empresas fachada, transferencias internacionales y el reclutamiento de ingenieros financieros lo convertía en una figura de poder silencioso. No buscaba la fama, sino la eficacia.
El espejo de Ovidio Guzmán
En septiembre de 2023, Ovidio Guzmán, alias El Ratón, fue extraditado a EE.UU. El 9 de julio de 2025 se espera que se declare culpable ante la jueza Sharon Coleman. El modelo es claro: seguir los pasos de El Vicentillo.
El 9 de mayo de 2025, 17 familiares suyos cruzaron por la garita de San Ysidro bajo el esquema parole humanitario, resguardados por el FBI. Entre ellos, su madre Griselda López, su hermana y varios sobrinos. El grupo portaba maletas de lujo y más de 70 mil dólares en efectivo.
Posibles términos del acuerdo de Ovidio
Según el analista David Saucedo, el pacto incluiría:
- Evitar prisión de máxima seguridad.
- Ingreso a testigos protegidos.
- Protección para su familia.
- Entrega de información sobre rutas y funcionarios corruptos.
El periodista Óscar Balderas sostiene que Los Chapitos están accediendo a una «salida negociada» que podría desviar el foco de la DEA hacia la facción rival de Ismael Zambada Sicairos, El Mayito Flaco.
Anabel Hernández, por su parte, recordó que EE.UU. permitió que la esposa de El Vicentillo ingresara con millones de dólares en efectivo, similar al actual caso.
Los símbolos del poder narco en retirada
La entrada de la familia de Ovidio a EE.UU. bajo protección, con maletas de marcas de lujo y decenas de miles en efectivo, simboliza el fin de una era de confrontación directa. El nuevo narco no busca dominio armado, sino acuerdos silenciosos y sobrevivencia garantizada. El lujo visible, aunque discreto, señala un nuevo tipo de poder: el del que coopera y negocia.
La traición como estrategia
Tanto el caso de Zambada como el de Guzmán implican algo más que pactos legales: son rupturas internas en el Cártel de Sinaloa. Las confesiones y delaciones ya han derivado en:
- Capturas clave (como El Chino Ántrax y El Ingeniero Cabrera).
- Decomisos multimillonarios.
- Reacomodos violentos dentro del cártel.
Durante su testimonio, El Vicentillo reveló que el cártel pagaba más de un millón de dólares mensuales en sobornos y operaba en México, Belice y Honduras.
Estas colaboraciones alteran el balance interno y provocan represalias, ajustes de cuentas y fugas de información que las autoridades aprovechan para desmantelar redes.
El futuro del narco y la justicia negociada
Lo que una vez fue un imperio criminal hereditario ahora se transforma en transacciones con la justicia. La era de los capos inquebrantables ha cedido paso a la era de los colaboradores protegidos.
El modelo de «delación premiada» parece consolidarse como herramienta clave en EE.UU. para debilitar a las cúpulas del narcotráfico. Sin embargo, plantea interrogantes sobre la impunidad relativa de los delatores y los efectos colaterales en México: desde violencia local hasta crisis de legitimidad en instituciones de seguridad.
¿El fin del Cártel de Sinaloa tal como lo conocemos?
Si el acuerdo de Ovidio se confirma, podría redibujar el mapa del narcotráfico mexicano y debilitar una de las organizaciones criminales más poderosas del continente. La presión judicial y mediática obligará a los sobrevivientes del cártel a reorganizarse, fracturarse o desaparecer.¿Estamos presenciando el fin del liderazgo tradicional del narco o solo una nueva estrategia de supervivencia? El tiempo y las cortes estadounidenses darán la respuesta.