Alcalde de Teuchitlán capturado: Campo del CJNG sacude a Jalisco

Alcalde de Teuchitlán detenido por presunta liga con el CJNG. La verdad tras el Rancho Izaguirre estremece a Jalisco.

Un campo de entrenamiento narco y un alcalde en la mira

“Es algo de no creerse lo que estamos viviendo”, dijo José Ascención Murguía Santiago semanas antes de ser capturado. Lo dijo en vísperas de una de las revelaciones más impactantes de los últimos años en Jalisco: el hallazgo de un campo de entrenamiento del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en el Rancho Izaguirre, Teuchitlán. Lo que era un «lugar tranquilo», hoy está bajo los reflectores nacionales.

La captura del alcalde Murguía Santiago no solo sacude al estado. Pone en jaque al sistema de procuración de justicia y a la relación entre el crimen organizado y el poder local.

La detención que no aparece en registros oficiales

La FGR entra en escena

El 3 de mayo de 2025, elementos de la Fiscalía General de la República (FGR) habrían capturado al alcalde emanado de Movimiento Ciudadano, José Ascención Murguía Santiago. La información fue confirmada por fuentes federales a Infobae México, aunque su detención no aparece en el Registro Nacional de Detenciones de la Secretaría de Protección Ciudadana (SSPC).

Este detalle no es menor. Revela posibles tensiones internas o falta de transparencia institucional.

«Nosotros pedíamos a gritos que la FGR interviniera», dijo Indira Navarro, vocera del Colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco.

El colectivo que empujó la verdad

El 1 de mayo, el Colectivo Guerreros Buscadores accedió al Rancho Izaguirre por orden judicial. Allí, la investigación tomó un giro inesperado. Navarro tuvo contacto directo con el fiscal Alejandro Gertz Manero, quien admitió que no conocía la totalidad de la evidencia.

La presión social y el activismo civil fueron claves para romper el silencio. Navarro incluso tuvo que disculparse por sus declaraciones anteriores:

«Nada más estamos exigiendo. Nunca ofendí, es desesperación.»

Rancho Izaguirre: del silencio a la sospecha

Geografía del horror

Ubicado entre cañaverales, el Rancho Izaguirre apareció en Google Earth en diciembre de 2014. Para ese entonces, Murguía ya era alcalde bajo las siglas del PRI (2012-2015). El predio está fuera de la delegación La Estanzuela, y según el edil, «es algo de no creerse».

Tres periodos, un mismo alcalde

Murguía Santiago ha sido alcalde en tres ocasiones distintas. Primero con el PRI, luego con Movimiento Ciudadano (2021-2024), y reelecto en 2024. Su permanencia en el poder coincide con el surgimiento y uso del Rancho Izaguirre por parte del CJNG, según la investigación en curso.

Este cruce de fechas y cargos abre un abanico de sospechas: ¿fue omisión, complicidad o simple coincidencia?

El silencio de las instituciones

Fiscalía vs. colectivos: versiones cruzadas

El fiscal Gertz Manero había afirmado que en el rancho no existían crematorios. El colectivo Guerreros Buscadores lo desmintió indirectamente: «nosotros ya lo habíamos visto desde hace mucho tiempo».

La desconfianza entre sociedad civil y autoridades se hizo evidente. Las familias buscan justicia, mientras las instituciones parecen ir varios pasos atrás.

Opacidad en el Registro Nacional de Detenciones

El hecho de que la detención no esté registrada en el RND levanta alertas sobre la legalidad y transparencia del proceso.

  • ¿Se está protegiendo información?
  • ¿Hay otras figuras implicadas que aún no salen a la luz?

La falta de comunicados oficiales alimenta teorías y desconfianza.

Teuchitlán: entre el turismo y el narco

La doble cara del municipio

Murguía aseguró en marzo que Teuchitlán seguía recibiendo turistas. El discurso de «normalidad» contrastaba con lo que el colectivo ya sabía: el municipio había sido infiltrado.

Teuchitlán, conocido por su zona arqueológica y belleza natural, hoy enfrenta una crisis de confianza. No solo entre sus habitantes, sino también en los ojos de todo el país.

Lo que viene: justicia o simulación

La captura de un alcalde por supuesta complicidad con un cártel no es común, pero tampoco garantiza justicia. Faltan nombres, pruebas públicas y procesos transparentes.

  • ¿Se abrirá una investigación a fondo sobre su gestión?
  • ¿Qué otros funcionarios podrían estar implicados?
  • ¿Responderá la FGR con acciones o solo con comunicados?

El caso Murguía puede ser un parteaguas o una anécdota más si no se sostiene con pruebas claras y voluntad política.

Un espejo de lo que ocurre en más rincones de México

La historia de Teuchitlán refleja una verdad incómoda: el crimen organizado no solo amenaza desde fuera, también puede habitar las estructuras mismas del poder.

Lo que hoy ocurre en Jalisco podría repetirse en cualquier municipio del país. La pregunta no es si hay más casos como éste, sino cuántos permanecen en la sombra.

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