La palabra «calor» se queda corta. En México, una nueva ola de temperaturas extremas ha encendido alarmas y obligado a autoridades educativas a considerar lo impensable: cerrar las aulas. La onda de calor amenaza con romper récords y alterar el calendario escolar.
Estados al borde de la suspensión de clases
Nuevo León: evaluación caso por caso
Con temperaturas que rebasan los 45 °C, la decisión no es sencilla. En Nuevo León, la secretaria de Salud, Alma Rosa Marroquín, afirmó:
«Estaremos muy de cerca con la Secretaría de Educación para poder evaluar las escuelas que no cuentan con las condiciones adecuadas… pero tendrán que ser muy específicas».
No se emitirá una recomendación general, sino que cada plantel será revisado según su infraestructura, ventilación y acceso a agua potable.
Tamaulipas: calor extremo y ajustes al calendario
En este estado, donde la sensación térmica ha alcanzado los 43 °C, se ha activado una estrategia adaptativa:
- Uso de uniformes deportivos en vez del regular.
- Reducción de recreos y actividades físicas.
- Posible adelanto del cierre del ciclo escolar del 18 al 4 de julio.
El secretario de Educación, Miguel Ángel Valdez García, destacó la prioridad de proteger a los estudiantes de golpes de calor y deshidratación.
Otros estados en vigilancia
Aunque sin anuncios oficiales sobre suspensión de clases, Coahuila, San Luis Potosí, Veracruz y Campeche también enfrentan temperaturas sofocantes, y podrían seguir el ejemplo de sus vecinos si la ola de calor persiste.
Medidas de prevención ante el calor extremo
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) advierte que la onda de calor seguirá afectando hasta al menos el 20 de mayo de 2025. Por eso, es crucial:
- Hidratarse constantemente con agua o suero oral.
- Usar ropa ligera y clara.
- Aplicar protector solar.
- Evitar actividades al aire libre entre 12:00 y 18:00 horas.
- Mantenerse informado a través de canales oficiales.
Recomendaciones escolares
La Secretaría de Salud ha distribuido una guía para que los docentes puedan identificar síntomas de golpe de calor y actuar rápidamente. Entre las recomendaciones:
- No consumir alimentos callejeros que puedan descomponerse.
- Usar termos con agua y evitar bebidas azucaradas.
- Suspender educación física al aire libre.
Niños, la población más vulnerable
Los niños están en el centro de esta emergencia. Su fisiología los hace más susceptibles:
- Menor capacidad de regular su temperatura.
- Sudan menos, lo que impide la refrigeración natural.
- Mayor proporción de superficie corporal.
- Metabolismo acelerado que genera más calor interno.
Esto los expone a riesgos como la insolación, la deshidratación y los golpes de calor. Por eso, protegerlos es una prioridad no negociable.
El dilema educativo: continuidad vs. seguridad
El cierre de escuelas plantea una disyuntiva: ¿priorizar la educación o la salud? Las autoridades buscan un punto medio con:
- Clases en línea como alternativa temporal.
- Actividades educativas desde casa.
- Reprogramación de contenidos curriculares.
Estas decisiones, aunque complejas, podrían sentar un precedente para futuras emergencias climáticas.
La onda de calor que azota México no es solo un fenómeno meteorológico, sino un desafío social y educativo. Las decisiones que se tomen hoy podrán definir la forma en que enfrentamos los extremos climáticos del futuro. ¿Estamos preparados para adaptar nuestras instituciones a un clima cada vez más hostil?