La muerte de Érick en la Academia Militarizada Ollin Cuauhtémoc revela presuntos abusos, negligencia y caos institucional. ¡Conoce todos los detalles!
La promesa de «vencedores» que terminó en tragedia
El sueño de convertir a su hijo en un líder con «moral de vencedor» llevó a Erika a confiar en la Academia Militarizada Ollin Cuauhtémoc. Pero el 25 de abril, esa confianza se rompió para siempre. Érick, de apenas 13 años, falleció en circunstancias que hoy generan indignación en todo México.
El modelo «militarizado» que prometía éxito
Una educación basada en disciplina y autocontrol
Hasta poco antes del lamentable suceso, la Academia difundió una imagen de excelencia en redes sociales:
- Educación militarizada enfocada en respeto y autocontrol emocional.
- Entrenamientos físicos como defensa personal, taekwondo y rescate.
- Actividades extracurriculares como ajedrez, emprendimiento y banda de guerra.
Su propuesta buscaba formar «cadetes con alto nivel cognitivo, crítico y constructivo».
Promociones y ofertas educativas
En sus campañas, la institución ofrecía experiencias «seguras y divertidas» a niños desde los 4 hasta los 17 años. Prometían:
- Primeros auxilios
- Protección civil
- Defensa personal
- Acondicionamiento físico intensivo
En sus propias palabras, contaban con «atención médica constante» y «vigilancia profesional».
Lo que ocurrió en Cuautla: el último campamento
El relato de una madre destrozada
Entre el 23 y el 25 de abril, Érick participó en un campamento organizado en Cuautla, Morelos. Su madre, Erika, declaró ante medios como Grupo Fórmula que:
«Los alumnos fueron sometidos a castigos físicos, arrastrados sobre piedras, golpizas y alimentación insuficiente.»
El 25 de abril, recibió una llamada alarmante: su hijo había sido trasladado en ambulancia por «desnivel de signos vitales».
Autopsia y contradicciones
El dictamen forense fue contundente:
- Estallamiento de vísceras
- Hematomas y moretones en diversas partes del cuerpo
Contrario a lo informado inicialmente por la Academia, el fallecimiento no se debió a «golpe de calor» ni «asma».
Testigos revelaron que fueron personas externas quienes pidieron ayuda, no el personal del campamento.
Hallazgos desgarradores
Al ver el cuerpo de su hijo, Erika encontró:
- Ropa rota y sucia
- Rastros de tierra
- Pisadas visibles sobre su vestimenta
Un escenario devastador que contradice el «ambiente seguro» que la Academia aseguraba ofrecer.
La respuesta de la Academia: silencio, comunicados y videos
Comunicado inicial y reacciones
El 26 de abril, la Academia Militarizada Ollin Cuauhtémoc publicó un escueto comunicado:
«Lamentamos profundamente la pérdida del cadete. Solicitamos no difundir información falsa o no verificada.»
Sin embargo, las dudas y el enojo crecieron.
El video del director general
El 28 de abril, el director de la institución intentó dar su versión en redes sociales. Negó las acusaciones de maltrato y aseguró:
- Aportación de más de 30 mil pesos para gastos funerarios.
- Acompañamiento moral y logístico a la madre.
- Ausencia en el funeral debido a «amenazas de seguridad».
No presentó evidencias de estas amenazas.
Aclaración sobre el lugar de los hechos
El directivo subrayó que el campamento no fue en las instalaciones principales, intentando deslindar responsabilidades.
Clausura, irregularidades y nuevas investigaciones
Acciones del INVEA y la AEFCM
El 28 de abril, el Instituto de Verificación Administrativa (INVEA) clausuró el plantel por:
- Falta de medidas de seguridad básicas
- Incumplimiento normativo
La Autoridad Educativa Federal de la Ciudad de México (AEFCM) reveló además que:
- La Academia no contaba con autorización para organizar excursiones.
- No tramitar permisos para el campamento de Cuautla.
Investigación penal en Morelos
La Fiscalía General del Estado de Morelos asumió la investigación.
El fiscal Edgar Maldonado se comprometió públicamente a:
«Esclarecer el caso y brindar justicia a la familia de la víctima.»
El caso de Érick ya no es sólo un hecho aislado: se ha convertido en un llamado urgente a revisar la regulación de academias «militarizadas» en todo el país.
¿Cómo prevenir nuevas tragedias?
La muerte de Érick obliga a cuestionar los modelos educativos extremos que prometen disciplina y excelencia a cualquier costo. En un contexto donde proliferan academias privadas sin supervisión rigurosa, ¿cuántas tragedias más se necesitan para imponer regulaciones estrictas?
El futuro de miles de niños y adolescentes depende de una sociedad que antepone los derechos humanos a cualquier modelo formativo.