Una noche que comenzó con un aviso personal, terminó convirtiéndose en un escándalo diplomático. La gobernadora Marina del Pilar reveló que Estados Unidos le retiró la visa, encendiendo alarmas en la esfera política nacional.
El retiro de la visa: un golpe diplomático inesperado
Notificación en la noche del 10 de mayo
El 10 de mayo de 2025, Carlos Torres, esposo de la gobernadora de Baja California, anunció que su visa estadounidense fue revocada. Horas después, Marina del Pilar confirmó que la misma medida le fue aplicada.
Ambos destacaron que se trataba de una «disposición interna del Departamento de Estado» y que no existía ningún señalamiento legal ni en México ni en EE.UU.
«Mi conciencia está tranquila y estoy seguro que se resolverá de manera favorable», aseguró Carlos Torres.
Un procedimiento común, pero con eco político
Aunque este tipo de revocaciones pueden ocurrir sin necesidad de una investigación formal, la coincidencia en las figuras afectadas ha generado una tormenta política.
Del Pilar subrayó su respaldo a su esposo con palabras que cruzan lo privado y lo institucional:
«Carlos ha actuado siempre con integridad, con entrega y con profundo compromiso por Baja California».
La reacción del PRI: críticas con filosa ironía
El mensaje en redes sociales
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) no tardó en capitalizar el momento. A través de su cuenta en la red X, antes Twitter, lanzó una crítica dura:
«A los morenistas no les duelen los desaparecidos, ni los asesinatos, mucho menos el cobro de piso. Lo que de verdad les duele es que les quitan la visa y no poder ir de shopping a Estados Unidos».
Implicaciones políticas
Este tipo de declaraciones refuerzan la narrativa de oposición en pleno año electoral. Para el PRI, la revocación de visas se convierte en un símbolo de la supuesta decadencia moral de Morena.
Este golpe mediático no sólo cuestiona la integridad de los actores involucrados, sino que también busca fracturar la percepción pública de la solidez diplomática de los gobiernos estatales de Morena.
Contexto reciente: reunión con el Cónsul de EE.UU.
Encuentro con Christopher Teal
Solo dos días antes del anuncio, el 8 de mayo, Marina del Pilar se había reunido con el Cónsul General en Tijuana, Christopher Teal. Según la propia gobernadora, discutieron sobre la seguridad en la región y la colaboración bilateral.
Este encuentro, hoy observado con otros ojos, plantea preguntas clave:
- ¿Ya sabía el Departamento de Estado la decisión sobre la visa?
- ¿Fue una advertencia diplomática no verbal?
Baja California bajo la lupa: inseguridad y tensiones binacionales
Una frontera caliente
Baja California es una zona de alto interés para la relación México-EE.UU., especialmente por los flujos migratorios, el crimen organizado y el comercio binacional. Cualquier medida de esta naturaleza genera tensión inmediata en las oficinas diplomáticas.
No es la primera vez
No es inusual que autoridades mexicanas pierdan su visa sin explicaciones públicas. En muchos casos, se trata de medidas preventivas o administrativas. Pero cuando se trata de figuras de alto perfil como una gobernadora en funciones, la lectura cambia radicalmente.
Implicaciones futuras: ¿consecuencias o anécdota?
La importancia del simbolismo
Aunque no exista una acusación formal, la decisión afecta la imagen internacional y local de Marina del Pilar. Sus detractores lo usarán como argumento de campaña, mientras sus seguidores intentarán minimizar el hecho.
Riesgos para la cooperación
Sin una visa válida, la gobernadora podría ver limitadas sus posibilidades de participar en foros o reuniones bilaterales clave. Esto podría afectar proyectos binacionales en seguridad, economía o medio ambiente.
Lo que inició como una notificación personal, puede convertirse en un punto de inflexión para la carrera política de Marina del Pilar. ¿Es este un mensaje diplomático o una casualidad burocrática? En cualquier caso, el eco político ya está resonando, y el futuro de la relación entre Baja California y Washington podría estar en juego.