Vucic y Fico desafían a la UE: el acto heroico que sacudió Moscú

Un viaje que incomodó a Europa

Cuando Aleksandar Vucic y Robert Fico decidieron viajar a Moscú para asistir al desfile del 9 de mayo, sabían que no sería un trayecto fácil. Con espacio aéreo restringido y la presión diplomática al máximo, su presencia fue mucho más que simbólica: fue un desafío abierto a la línea oficial de la Unión Europea.

El «acto de heroísmo» según el Kremlin

Obstáculos en el camino

Dimitri Peskov, portavoz del Kremlin, no escatimó elogios. «Simplemente un acto de heroísmo», declaró ante la televisión rusa. Y es que ambos líderes, el presidente de Serbia y el primer ministro de Eslovaquia, tuvieron que sortear restricciones aéreas impuestas por países europeos, entre ellos los Estados Bálticos, que dificultaron su llegada a la capital rusa.

Un homenaje desafiante

«Demostrar la voluntad soberana de rendir homenaje a la memoria del Día de la Victoria, a pesar de la flagrante y desenfrenada presión, es digno de los mayores elogios», añadió Peskov. En su narrativa, la asistencia de Vucic y Fico no fue un simple gesto diplomático, sino una afirmación de independencia frente a la ortodoxia europea.

Conversaciones estratégicas en un escenario tenso

Vucic y Putin: gas para Serbia

Después del desfile, Vucic se reunió con Vladimir Putin en una conversación «larga, abierta y honesta». Uno de los temas centrales fue la posibilidad de firmar un contrato a largo plazo para el suministro de gas ruso hacia Serbia, un movimiento que podría reforzar los lazos energéticos entre ambos países en plena transición de Europa para alejarse del gas ruso.

Fico desafía las sanciones

Robert Fico fue aún más contundente. En su diálogo con Putin, criticó abiertamente las sanciones impuestas por la Unión Europea contra Moscú. Además, lanzó una advertencia: usárá su poder de veto si el bloque sigue adelante con su estrategia de eliminar completamente las importaciones de gas ruso para 2027.

La UE, entre el malestar y la advertencia

Ruptura del consenso europeo

La presencia de ambos líderes en Moscú generó tensiones dentro del seno de la Unión Europea. Serbia es candidata al ingreso y Eslovaquia es miembro pleno. Que hayan estado representados al más alto nivel en un evento cargado de simbolismo geopolítico fue visto como una provocación directa al consenso europeo.

Una veintena de países, pero dos protagonistas

Aunque más de veinte naciones estuvieron representadas en el desfile conmemorativo del 80 aniversario del fin de la II Guerra Mundial, Vucic y Fico acapararon la atención. No solo por su presencia, sino por lo que representa: una grieta visible en la unidad política de Europa frente a Rusia.

Lo que deja el desfile del 9 de mayo

Más que una ceremonia

El desfile en la Plaza Roja es mucho más que una evocación histórica. Es un acto de afirmación del poder ruso, y quienes lo acompañan lo hacen con plena conciencia de las implicaciones. Para Moscú, Vucic y Fico se han convertido en aliados valientes; para Bruselas, en figuras problemáticas.

¿Un nuevo eje diplomático?

La alianza que sugiere esta visita podría marcar un reacomodo de fuerzas dentro de Europa. Serbia, país candidato, podría alejarse aún más del sueño europeo si prioriza su relación con Rusia. Eslovaquia, por su parte, se perfila como un potencial obstáculo interno a la estrategia unificada del bloque.

¿Cuánta soberanía soporta Europa?

El viaje de Vucic y Fico a Moscú reabre una vieja pregunta con nuevos matices: ¿puede Europa tolerar voces disonantes en su seno sin fracturarse? La respuesta no está clara, pero el mensaje de estos líderes ya se escuchó fuerte y claro desde la Plaza Roja.

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