Irán y EE.UU.: Conversaciones nucleares tensas sin avances clave

Tras años de tensiones, Irán y Estados Unidos retomaron el contacto diplomático más directo desde 2018. El objetivo: frenar la carrera nuclear.

4. Cuerpo estructurado con subtítulos H2 y H3

Un encuentro cargado de expectativas en Omán

El domingo cerró la cuarta ronda de conversaciones nucleares entre Irán y Estados Unidos, celebradas en Omán. Pese a las declaraciones formales que destacaron un tono «útil» y «alentador», no se reportaron avances tangibles sobre el punto central del desacuerdo: el enriquecimiento de uranio.

«Se llegó a un acuerdo para avanzar», dijo un alto funcionario estadounidense bajo anonimato. «Esperamos con interés nuestra próxima reunión.»

La herida del acuerdo de 2015 y el retiro de Trump

En 2018, la administración de Donald Trump se retiró unilateralmente del acuerdo nuclear firmado en 2015. Desde entonces, las relaciones diplomáticas se han degradado al máximo, y la desconfianza ha marcado cada gesto político.

El legado nuclear iraní

  • Irán insiste en que su programa tiene fines pacíficos
  • Actualmente enriquece uranio al 60 %, muy por encima del límite del 3,67 %
  • Aún está por debajo del 90 % requerido para armas nucleares

El punto muerto de las negociaciones

Mientras Teherán considera su derecho al enriquecimiento como «no negociable», Estados Unidos exige desmantelar las instalaciones nucleares. El enviado de Trump, Steve Witkoff, fue tajante:

«No al enriquecimiento. Esa es nuestra línea roja.»

Las posturas encontradas de Irán y EE.UU.

Irán: firme, pero con un gesto de apertura

El ministro iraní Abbas Araghchi afirmó que no hay lugar para compromisos en el derecho al enriquecimiento, pero dejó una ventana abierta:

«Teherán podría estar abierto a limitar la tasa de enriquecimiento para ayudar a generar confianza.»

EE.UU.: presión diplomática y tensión política

Desde Washington, la línea es clara: sin reducciones concretas del enriquecimiento, no habrá alivio de sanciones. La presión se intensifica con la gira de Trump por el Golfo Pérsico y el nuevo contexto geopolítico regional.

Omán: el mediador silencioso

Omán ha facilitado discretamente las conversaciones y coordinará las siguientes rondas. Su canciller, Badr Albusaidi, destacó «ideas útiles y originales» surgidas del encuentro, reflejo de un «deseo compartido de alcanzar un acuerdo honorable».

Las voces locales: esperanza con cautela

Yousuf Al Bulushi, del Consejo de Políticas de Muscat, señaló:

«Un avance tomará bastante tiempo, pero soy optimista.»

Advirtió que se ha perdido tiempo valioso «aclarando declaraciones públicas en lugar de centrarse en las conversaciones».

Una región en ebullición diplomática

La actividad diplomática no se limita a Omán. Trump prepara una visita al Golfo, mientras que el canciller iraní acaba de regresar de Arabia Saudita y Qatar. Además, Irán tiene previsto visitar los Emiratos Árabes Unidos.

Estas rutas cruzadas apuntan a una disputa geopolítica con múltiples frentes, en la que el programa nuclear es sólo una pieza del rompecabezas.

Las conversaciones entre Irán y Estados Unidos parecen moverse en círculos, atrapadas entre posturas inamovibles y gestos diplomáticos. Pero mientras la región hierve y los umbrales nucleares se acercan peligrosamente, la pregunta persiste: ¿cuánto tiempo queda antes de que la diplomacia sea reemplazada por la confrontación?

Latest articles

Related articles