La tensión era palpable en los pasillos del Capitolio. Mientras millones de familias mexicanas esperaban noticias, Mauricio Vila daba un paso decisivo en defensa de los migrantes: frenar un impuesto que podría cambiar sus vidas. Impuesto a remesas, el dilema que ahora ocupa el centro del debate binacional.
El primer paso: de 5% a 3.5%, una victoria parcial
Mauricio Vila, senador del PAN, regresó de Washington con una noticia que, aunque insuficiente, representó un avance significativo: la propuesta de impuesto a remesas se redujo del 5% al 3.5%.
«No es suficiente, pero es un buen primer paso», declaró Vila en entrevista para Noticias de la Mañana con Mario Maldonado.
Impacto directo: 20 mil millones de pesos para las familias mexicanas
Esta reducción significa que 20 mil millones de pesos anuales seguirán llegando a las manos de los familiares de migrantes. Son recursos que, de otra forma, se habrían desviado al fisco estadounidense.
El cabildeo que hizo la diferencia
Coordinación binacional clave
La misión especial de senadores mexicanos trabajó de la mano con funcionarios de la Embajada de México en Estados Unidos. Su objetivo: poner en la agenda legislativa estadounidense un tema ignorado hasta entonces.
La importancia del voto latino
«Muchos congresistas y senadores tienen una población latina muy importante en sus distritos», recordó Vila. El mensaje fue claro: este impuesto podría tener costos políticos.
Un tema regional con impacto global
El rol de México como líder latinoamericano
Aunque otros países también alzaron la voz, México encabezó los esfuerzos de cabildeo, destacó Vila. La razón: el país es el segundo receptor mundial de remesas.
Cifras que explican la urgencia
- México: las remesas representan el 3.5% del PIB
- Honduras: 27% del PIB
- El Salvador: 24% del PIB
India, el líder global, recibe el doble que México, pero el peso social de las remesas en América Latina es incomparable.
No solo migrantes: impacto en bancos y empresas
El impuesto propuesto afectaría también a:
- Bancos y sistemas financieros
- Empresas remesadoras
- Economías locales y binacionales
Lo que sigue: el Senado estadounidense
El siguiente obstáculo está en el Senado. Aunque el avance fue posible por un solo voto en el Congreso, la batalla aún está lejos de terminar. Vila advierte: «Esto no es definitivo».
Lo que está en juego no es solo un porcentaje fiscal. Son millones de historias familiares, economías enteras y una relación bilateral que necesita puentes, no barreras. ¿Será capaz el Senado de entender lo que implica gravar la esperanza?