Cuando Mariana, de 58 años, escuchó que su médico le recetaría un medicamento para la diabetes para aliviar su dolor de rodilla, pensó que se trataba de un error. Pero no lo era: la metformina podría ser la clave para evitar una cirugía que temía desde hace años.
¿Qué es la metformina y por qué ahora se estudia para la artritis?
Un viejo conocido en un nuevo escenario
La metformina ha sido, por décadas, el pilar del tratamiento para la diabetes tipo 2. Su acción se centra en reducir el azúcar en sangre, mejorando la sensibilidad a la insulina y limitando la producción de glucosa del hígado.
Pero hoy, este fármaco barato y seguro se está ganando un nuevo protagonismo: el alivio del dolor causado por la osteoartritis de rodilla.
¿Cómo actúa en la articulación?
Según Flavia Cicuttini, investigadora principal del estudio y profesora de la Universidad de Monash en Australia, la metformina tiene efectos antiinflamatorios que podrían interferir en las vías metabólicas asociadas a la artritis.
“Es una forma diferente de tratar el dolor de la artrosis de rodilla”, afirma Cicuttini.
Este enfoque marca una diferencia significativa frente a los tratamientos tradicionales que apuntan solo al dolor, sin intervenir en el proceso inflamatorio subyacente.
Resultados del estudio: ¿una alternativa real a la cirugía?
Un ensayo clínico con resultados prometedores
El estudio reclutó a 107 personas con sobrepeso u obesidad, todas afectadas por dolor crónico de rodilla. La mitad recibió metformina durante seis meses, mientras que la otra mitad recibió placebo.
Resultados clave:
- Grupo con metformina: Reducción de 31 puntos en el dolor.
- Grupo placebo: Reducción de 19 puntos.
Estos datos sugieren que el uso de metformina sí genera una mejora clínicamente significativa.
La cirugía, ¿último recurso o solución anticipada?
Actualmente, muchas personas recurren a la cirugía de reemplazo de rodilla ante el dolor persistente, pero esto tiene consecuencias importantes:
- Entre 20% y 30% de los pacientes quedan insatisfechos tras la operación, incluso si fue técnicamente exitosa.
- Las tasas de insatisfacción aumentan en quienes se operan en etapas tempranas de la enfermedad.
- Un reemplazo prematuro eleva el riesgo de necesitar una segunda operación en el futuro.
“Pasar por el esfuerzo y el costo de una operación solo para estar descontento con los resultados es definitivamente una atención de baja calidad”, advierte Cicuttini.
Obstáculos del tratamiento actual de la artrosis de rodilla
¿Qué opciones existen hoy?
El tratamiento convencional para la osteoartritis de rodilla incluye:
- Ejercicio y pérdida de peso (difíciles de mantener para muchas personas).
- Medicamentos como:
- Acetaminofén
- AINEs (antiinflamatorios no esteroideos)
- Cremas tópicas
- Acetaminofén
Pero sus beneficios suelen ser limitados y temporales.
¿Por qué la metformina es diferente?
- Tiene un mecanismo de acción sistémico, no solo localizado.
- Modula procesos metabólicos e inflamatorios, no solo síntomas.
- Es económica y ampliamente conocida por los médicos.
Además, su uso podría permitir que los pacientes se mantengan activos físicamente por más tiempo, posponiendo o incluso evitando la cirugía.
¿Qué viene ahora? Retos y próximos pasos
Necesidad de más evidencia
Aunque los resultados del estudio son prometedores, la muestra fue pequeña. Se requieren ensayos clínicos más amplios que:
- Confirmen los efectos beneficiosos en distintas poblaciones.
- Evalúen la seguridad a largo plazo en pacientes no diabéticos.
- Comparen la metformina con otros tratamientos en eficacia y costos.
“Se justifica la confirmación en un ensayo clínico más grande”, reconoció Cicuttini.
Implicaciones para el sistema de salud
De confirmarse sus beneficios, la metformina podría convertirse en una alternativa terapéutica accesible para millones de personas con artrosis de rodilla, reduciendo:
- La carga económica del sistema de salud.
- Las listas de espera para cirugía.
- El uso excesivo de analgésicos y antiinflamatorios.
¿Estamos ante una revolución silenciosa en el tratamiento de la artrosis?
La idea de que un fármaco tan común como la metformina pueda transformar el manejo del dolor articular podría parecer sorprendente. Pero los datos están ahí: menor dolor, más actividad física, menos cirugías innecesarias.
Si futuras investigaciones confirman estos hallazgos, estaremos ante una nueva era en el tratamiento de la artritis, una que prioriza la funcionalidad, la prevención y la calidad de vida.
¿Estamos preparados para tratar la artrosis no solo como un problema ortopédico, sino como una condición metabólica también?.