Durante casi una década, cientos de pacientes atrapados en el dolor crónico y el consumo diario de opioides no encontraban salida. Pero un nuevo enfoque basado en meditación de atención plena podría cambiarlo todo.
¿Qué descubrió el estudio sobre meditación y adicción a opioides?
Un hallazgo revolucionario publicado en JAMA Psychiatry
El 30 de abril de 2025, la prestigiosa revista médica JAMA Psychiatry publicó un estudio que podría redefinir el tratamiento contra la adicción a opioides.
El trabajo fue liderado por el Dr. Eric Garland, profesor de psiquiatría en la Universidad de California-San Diego, y pone sobre la mesa una solución no farmacológica: la meditación de atención plena.
Reducción del 50 % en los antojos de opioides
Los participantes que recibieron entrenamiento en atención plena durante ocho semanas reportaron un 50 % menos de antojos que aquellos que solo asistieron a grupos de apoyo tradicionales.
Una mejora significativa que, según Garland, se debe a que la adicción «reduce la capacidad del cerebro de experimentar placer natural», algo que la meditación ayuda a restaurar.
¿Qué es el programa MORE y cómo funciona?
Una fusión de ciencia y espiritualidad moderna
El programa Mejora de la Recuperación Orientada a la Atención Plena (MORE) combina tres pilares terapéuticos:
- Entrenamiento en atención plena (mindfulness)
- Terapia cognitivo-conductual (TCC)
- Psicología positiva
Este enfoque integral aborda no solo la adicción, sino también el dolor crónico y la angustia emocional.
Cómo se aplica en pacientes con dolor crónico
El estudio reclutó a 160 personas que usaban opioides desde hacía casi diez años. De ellos, un 61 % había desarrollado un trastorno por consumo de opioides.
La mitad participó en sesiones de MORE durante ocho semanas, con prácticas como:
- Meditación enfocada en el momento presente
- Aceptación consciente de emociones
- Visualización de estímulos positivos (como paisajes o sonrisas)
El cerebro adicto y su desconexión del placer natural
Embotamiento emocional: la trampa de la adicción
Uno de los hallazgos más impactantes fue que muchos pacientes no podían sentir placer al ver imágenes tradicionalmente positivas: bebés, cachorros, puestas de sol.
Esta respuesta emocional debilitada está estrechamente ligada a un mayor deseo de consumir opioides, creando un círculo vicioso difícil de romper.
Cómo la meditación reprograma el sistema de recompensa
Gracias al entrenamiento de atención plena, los cerebros de los participantes comenzaron a responder mejor a estímulos positivos.
Este cambio en la neuroplasticidad cerebral ayudó a reducir los antojos de opioides, demostrando que es posible “reconectar” el placer natural perdido por la adicción.
Eficiencia probada: más allá de la reducción de antojos
Resultados consistentes en múltiples ensayos clínicos
Este no es el primer estudio que demuestra la eficacia de MORE. Un ensayo clínico previo, publicado en JAMA Internal Medicine en 2022, mostró una reducción del 45 % en el uso indebido de opioides en nueve meses, casi triplicando los resultados de la terapia grupal estándar.
Impacto económico: casi 800 dólares en ahorro por cada dólar invertido
Además del beneficio clínico, Garland destaca que por cada dólar invertido en la terapia MORE se generan aproximadamente 800 dólares en ahorro gracias a:
- Prevención de sobredosis letales
- Reducción de costos hospitalarios
- Menos procesos legales
- Aumento en la productividad laboral
¿Qué sigue para la meditación como terapia?
De la ciencia al sistema de salud público
Para Garland, “es el momento de llevar MORE a nivel nacional”, en alianza con legisladores, sistemas de salud y fondos derivados del acuerdo legal por la crisis de opioides en EE.UU.
“Múltiples ensayos rigurosos ya respaldan esta terapia. Ahora debemos implementarla para aliviar la crisis”, concluyó.
¿Y si el silencio fuera la cura?
Este estudio desafía la idea de que solo los fármacos pueden tratar la adicción. En una sociedad hiperconectada y saturada de estímulos, ¿podría el simple acto de respirar con conciencia salvar vidas?
Tal vez la solución más poderosa no venga de una pastilla, sino de reaprender a sentir.