Una forma de diabetes que pocos conocen, pero muchos podrían tener
En los rincones más vulnerables del planeta, una enfermedad silenciosa avanza sin ser detectada. La diabetes tipo 5, relacionada con la malnutrición crónica, comienza a ser reconocida como una amenaza real, sobre todo en regiones donde la desnutrición es moneda corriente.
¿Qué es la diabetes tipo 5? Una nueva categoría con viejas raíces
Una tercera vía: ni tipo 1 ni tipo 2
Mientras la diabetes tipo 1 es autoinmune y la tipo 2 está ligada al sobrepeso y la resistencia a la insulina, la tipo 5 rompe el esquema. Según la Federación Internacional de Diabetes (FID), se trata de una forma de la enfermedad caracterizada por un déficit severo en la secreción de insulina, no por resistencia a ella.
«Es un tipo de diabetes que ha sido ignorado durante años, a pesar de su alta prevalencia en países con pocos recursos», advierte la Dra. Meredith Hawkins, médica de la Universidad Albert Einstein de Nueva York.
Esta forma afecta principalmente a hombres jóvenes, extremadamente delgados, con un índice de masa corporal (IMC) inferior a 19, que han sufrido malnutrición desde etapas muy tempranas, incluso durante el embarazo de sus madres.
Claves para entender esta diabetes “oculta”
1. Malnutrición como origen
La desnutrición crónica altera el desarrollo del páncreas, limitando su capacidad para producir insulina de forma suficiente. Esto provoca niveles altos de glucosa sin llegar a desarrollar cetoacidosis, como ocurre en la diabetes tipo 1.
2. Diferencias clínicas esenciales
Aunque los pacientes se parecen físicamente a los de tipo 1 —jóvenes y delgados—, no presentan cetoacidosis. Por eso, diagnosticar erróneamente y aplicar insulina en dosis elevadas puede ser mortal.
«Es fundamental diferenciar la diabetes tipo 5 de la tipo 1, porque administrar demasiada insulina puede ser rápidamente fatal», alerta Hawkins.
3. Diagnóstico por exclusión
La identificación se realiza descartando otras formas de diabetes mediante análisis inmunogenéticos. En un estudio en India, Hawkins detectó que los pacientes con tipo 5 tenían una secreción de insulina mucho menor que los diagnosticados con tipo 2.
Tratamiento: lo que se sabe hasta ahora
Protocolo en construcción
No existen guías claras aún. Pero bajas dosis de insulina, combinadas con medicamentos orales y una nutrición reforzada en proteínas y micronutrientes, parecen ser la vía inicial más prometedora.
“La nutrición debería incluir más proteínas y menos carbohidratos”, sugiere Hawkins.
¿Qué ocurre en América Latina?
Subdiagnóstico peligroso
El Dr. Gustavo Frechtel, de la Sociedad Argentina de Diabetes, confirma que esta condición está subdiagnosticada en la región, aunque podría ser muy prevalente debido a las altas tasas de pobreza y desnutrición infantil.
«La diabetes tipo 5 es un fenómeno subdiagnosticado a nivel global», afirma Frechtel.
El rol de la nutrición en la salud pública
El experto también destaca que el tratamiento debe partir de los niveles de glucosa en sangre, comenzando con insulina en dosis prudentes y complementando con una atención nutricional especializada.
Una enfermedad que refleja la desigualdad global
La diabetes tipo 5 no solo es una condición médica. Es también un síntoma de la desigualdad estructural en el acceso a la salud y la nutrición.
«Abordar esta enfermedad requiere un enfoque que combine ciencia, acceso médico y equidad global», concluye Frechtel.
La decisión de la FID de reconocer formalmente esta forma de diabetes marca un punto de inflexión. Pero el desafío recién comienza: diagnosticar, tratar y visibilizar una enfermedad que afecta a quienes menos pueden defenderse.
¿Y ahora qué?
La aparición de la diabetes tipo 5 pone sobre la mesa una verdad incómoda: sin nutrición adecuada, ni el mejor sistema sanitario podrá evitar enfermedades crónicas. La pregunta urgente es: ¿estamos dispuestos a ver lo invisible y actuar antes de que sea demasiado tarde?.