En un rincón del aula, una niña de seis años mezcla vinagre y bicarbonato. Su rostro se ilumina. No lo sabe aún, pero acaba de abrir la puerta a un universo infinito: la ciencia.
La curiosidad infantil: una chispa que necesita combustible científico
Desde muy pequeños, los niños muestran una curiosidad innata por el mundo que los rodea. Preguntan, exploran, manipulan. La ciencia, presentada como juego, canaliza esa energía natural.
Explorar fortalece la mente
Según la American Psychological Association, los estímulos científicos tempranos no solo despiertan interés: fomentan el pensamiento crítico, la resolución de problemas y el razonamiento lógico.
“El aprendizaje activo en edades tempranas siembra las bases del razonamiento científico”, señala el informe.
Actividades simples, impacto duradero
Observar el cielo, clasificar hojas, mezclar colores o experimentar con agua son actividades científicas encubiertas que, cuando se integran de forma estructurada, potencian habilidades cognitivas.
Romper estereotipos de género desde la infancia
Uno de los hallazgos más contundentes proviene de un estudio en PNAS (2017): a los seis años, las niñas ya creen que la ciencia es «para niños». Este sesgo se instala temprano, pero se puede revertir.
La ciencia también es de ellas
Los programas de ciencia inclusiva han probado ser efectivos. Al presentar referentes femeninos, fomentar la participación equitativa y visibilizar el aporte de las niñas, se rompen barreras culturales antes de que se fortalezcan.
«Si las niñas se ven reflejadas en la ciencia desde pequeñas, no la abandonan», concluye el estudio.
Modelos, materiales y lenguaje
Cambiar cuentos, juguetes, libros y actividades por otros más inclusivos ayuda a formar una percepción positiva del rol de las niñas en la ciencia. Todo suma en la construcción de una nueva narrativa.
Cómo la ciencia impulsa el desarrollo integral
Además de despertar interés y combatir sesgos, introducir ciencia desde preescolar fortalece áreas clave del desarrollo académico y emocional.
Mejor comunicación y vocabulario
Hablar de experimentos, hacer preguntas y explicar lo que se observa estimula el lenguaje académico. Según Early Childhood Research Quarterly, quienes participan en actividades científicas amplían su vocabulario y comprensión lectora.
Motivación intrínseca y autonomía
Un artículo en Developmental Psychology (2010) demostró que la ciencia activa el sistema de recompensa cerebral, lo que genera un aprendizaje motivado, sostenido y autónomo.
“Cuando un niño entiende por qué llueve, no solo aprende ciencia. Aprende a aprender.”
Alfabetización científica: ciudadanos del futuro, no solo científicos
No todos los niños serán científicos, pero todos serán ciudadanos en un mundo complejo. Comprender conceptos científicos desde temprano permite tomar decisiones informadas.
Comprensión del entorno
Desde el cambio climático hasta las pandemias, entender conceptos básicos no es un lujo, es una necesidad social. La alfabetización científica comienza en la infancia.
Formar criterio desde pequeños
La National Science Foundation subraya que la exposición temprana forma ciudadanos capaces de evaluar evidencias, entender riesgos y cuestionar la desinformación.
Impacto directo en el rendimiento escolar
La ciencia no compite con otras materias: las integra y potencia. Esto se traduce en mejores resultados escolares generales.
Más que tubos de ensayo
El Journal of Educational Psychology afirma que los niños con acceso temprano a ciencia mejoran su desempeño en lectura, escritura y matemáticas.
- Porque la ciencia exige leer instrucciones
- Requiere escribir observaciones
- Calcula proporciones y tiempos
- Y narra historias de descubrimiento
Un enfoque integral del aprendizaje
Esta transversalidad convierte a la ciencia en un eje articulador del conocimiento que nutre todas las áreas curriculares, y no una materia aislada.
Cuando un niño descubre por qué flota un barco o cómo nace una estrella, no solo aprende ciencia: aprende a confiar en su mente. Apostar por la ciencia desde la infancia es construir una sociedad más crítica, inclusiva y preparada. ¿Estamos listos para formar ciudadanos curiosos en lugar de repetidores pasivos?.