Un juicio, dos versiones y décadas de historia compartida
Ana María Alvarado lo dijo con firmeza: «Estoy muy contenta porque la justicia me dio la razón». Así comenzó un nuevo capítulo en la batalla legal contra Maxine Woodside, su exjefa y compañera de más de tres décadas en el programa De todo para la mujer. La palabra clave es «liquidación justa», y eso es precisamente lo que Alvarado exige tras ser despedida en circunstancias que, según ella, rozan el desprecio profesional.
Una salida empañada por recortes y silencio
Un recorte que se volvió permanente
Ana María relató que su salario fue recortado progresivamente desde la pandemia, hasta reducirse un 80%. «Me estaban empujando hasta la salida», afirmó. La comunicadora asegura que durante tres meses intentó llegar a un acuerdo directo: «Maxine, búscame, vamos a arreglarlo por la vía decente», pero nunca obtuvo respuesta.
La negación total
Lo que vino después fue aún más duro: en la etapa de conciliación, los abogados de Woodside negaron cualquier relación laboral. Más tarde, en testimonio judicial, la propia Maxine reiteró que Alvarado «nunca trabajó con ella y que nunca le había pagado». Para Alvarado, esto fue un intento de borrar una historia profesional construida con esfuerzo y lealtad.
El veredicto inicial: un triunfo parcial
La jueza dio su primer fallo: la razón está del lado de Ana María Alvarado. Aunque no es el final del proceso legal, sí representa una validación de su testimonio y un revés para la «reina de la radio». «Hoy la condenaron y el juez me dio la razón… eso quiere decir que yo nunca les mentí», dijo Alvarado.
La respuesta de Maxine: «Vamos a medio tiempo»
El fútbol como metáfora de justicia
En un mensaje publicado en sus redes, Maxine Woodside se defendió utilizando una metáfora deportiva: «Esto es como un partido de fútbol. Yo soy el América, la otra parte es el Santos Laguna. Estamos en el medio tiempo. Todavía queda mucho por jugar».
Estrategia legal en marcha
Maxine asegura que el caso no está cerrado. Su equipo buscará una nueva instancia legal. A nivel mediático, esta declaración divide opiniones: algunos consideran que evade su responsabilidad, otros que está ejerciendo su derecho a la defensa.
Un caso emblemático para la industria de los medios
Este conflicto está lejos de ser un simple pleito entre figuras del entretenimiento. Revela vacíos legales, precariedad laboral y la fragilidad de los acuerdos verbales en la industria mediática mexicana.
Relación laboral informal
A pesar de los más de 32 años trabajando juntas, no habría contratos formales. Esto expone una realidad: muchos trabajadores de medios operan bajo acuerdos implícitos que los dejan vulnerables ante despidos injustificados.
El papel de la justicia laboral
El primer fallo a favor de Ana María podría sentar precedente para otros casos similares. También podría incentivar a otras figuras a exigir sus derechos, sin importar el poder de la contraparte.
¿Cómo cambia esta historia el panorama mediático?
Este conflicto no sólo redefine la relación entre Maxine y Ana María, sino que plantea una pregunta mayor: ¿cuántos profesionales más están en situaciones similares, sin protección y sin voz? El resultado final de este juicio podría marcar un antes y un después en la forma en que se gestionan las relaciones laborales en la radio y televisión mexicanas.