En medio del éxito de El Eternauta en Netflix, un giro inesperado sacude a la audiencia: la serie ha reavivado la búsqueda de los nietos desaparecidos de su creador, Héctor Germán Oesterheld. La ficción se entrelaza con una historia real marcada por la tragedia y la memoria.
El Eternauta: del papel a la pantalla
La primera novela gráfica de habla hispana
Publicada por primera vez en 1957, El Eternauta se convirtió en un hito de la literatura latinoamericana. Su autor, Héctor Germán Oesterheld, rompió esquemas con una historia de ciencia ficción ambientada en Buenos Aires durante una invasión alienígena.
El Eternauta fue más que entretenimiento: fue una alegoría política anticipada a los horrores que vendrían. Con personajes comunes como héroes colectivos, la obra desafió la narrativa individualista tan común en los cómics de la época.
La adaptación de Netflix
Décadas después, Netflix lanzó su ambiciosa versión live-action, con Ricardo Darín como protagonista. La serie no solo lidera el ranking en Argentina, sino que ha generado debates, análisis culturales y, sobre todo, interés por la vida de su autor.
«El Eternauta no es solo ciencia ficción. Es memoria viva.» – Martín Oesterheld, consultor creativo de la serie
¿Quién fue Héctor Germán Oesterheld?
De la geología a la escritura
Nacido en Buenos Aires en 1919, Oesterheld se formó como geólogo, pero pronto volcó su vida hacia la escritura. A los 24 años ya publicaba cuentos y, en los años 50, fundó su propia editorial. Fue en 1957 cuando presentó su obra cumbre.
¿Por qué abandonó la ciencia por la narrativa? Porque comprendió que las historias también son herramientas de transformación.
De autor a militante
Durante los años 60 y 70, Oesterheld se alineó políticamente con los Montoneros, un grupo guerrillero de izquierda. La violencia estatal, el control informativo y la represión se intensificaban. Él eligió contar desde la trinchera.
“Cada uno de mis personajes se volvió más comprometido. Era inevitable. Yo también lo era.” – Héctor Oesterheld (carta inédita a un colega)
Esta decisión marcaría su destino y el de su familia.
La tragedia de los Oesterheld
Las hijas desaparecidas
Oesterheld tuvo cuatro hijas con su esposa Elsa: Beatriz, Diana, Marina y Estela. Las cuatro fueron secuestradas y desaparecidas durante la dictadura militar argentina.
- Beatriz, la primera, fue secuestrada en 1976, a los 19 años.
- Diana, embarazada, fue víctima meses después.
- Marina, también embarazada, desapareció poco después.
- Estela, la mayor, cayó en 1977.
La historia familiar de los Oesterheld simboliza el dolor colectivo de los años más oscuros de Argentina.
Los nietos perdidos
El componente más desgarrador emerge aquí: Diana y Marina estaban embarazadas al momento de sus desapariciones. Sus hijos o hijas nacieron en cautiverio y fueron entregados ilegalmente o desaparecidos. Hasta hoy, no se sabe nada de ellos.
“Nuestros hijos están vivos en algún lugar. Debemos encontrarlos.” – Elsa Sánchez de Oesterheld
La reactivación de la búsqueda
La campaña de H.I.J.O.S.
El renovado interés por El Eternauta impulsó a la organización H.I.J.O.S. (Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio) a relanzar su campaña de búsqueda. Utilizaron redes sociales para apelar directamente a quienes nacieron en fechas clave.
«¿Estás mirando El Eternauta? Si naciste entre noviembre de 1976 y enero de 1978, y tenés dudas sobre tu identidad, contactanos.»
El llamado público
Se estima que el hijo de Diana habría nacido en noviembre de 1976, lo que hoy lo ubicaría con aproximadamente 48 años. El de Marina, posiblemente entre fines de 1977 y comienzos de 1978.
Esta clase de campañas ha sido eficaz en el pasado: más de 130 nietos recuperaron su identidad gracias al trabajo de Abuelas de Plaza de Mayo.
El sobreviviente: Martín Oesterheld
El nieto que conoció su historia
De toda la familia, sólo Martín Oesterheld, hijo de Estela, logró sobrevivir. Criado por su abuela Elsa, Martín creció con la memoria viva de sus abuelos y su historia familiar.
Hoy, Martín es artista y consultor creativo de la serie. Su rol es clave para garantizar que la adaptación mantenga la fidelidad emocional y política de la obra original.
“Mi abuelo no escribió ciencia ficción. Escribió sobre la realidad disfrazada.” – Martín Oesterheld
El dato que conecta dos mundos
Darín: de fiscal a viajero del tiempo
Un dato que muchos fans encuentran curioso es que Ricardo Darín, quien interpreta a Juan Salvo en El Eternauta, también protagonizó la película Argentina, 1985, donde encarna a Julio Strassera, el fiscal que llevó a juicio a las juntas militares.
Ese cruce entre ficción y realidad, entre memoria e interpretación, resalta la dimensión histórica que adquiere cada representación artística en Argentina.
Memoria, ficción y legado
El poder transformador del arte
El caso de El Eternauta ilustra cómo una producción audiovisual puede reactivar causas históricas, movilizar audiencias y abrir nuevas preguntas sobre identidad, justicia y memoria.
La serie, más allá de su calidad técnica o éxito comercial, se ha convertido en una herramienta de reconstrucción social.
La pregunta final
¿Y si quienes aún no conocen su verdadero origen encuentran su historia en una serie de ciencia ficción? ¿Y si la memoria colectiva es el camino para cerrar heridas?
«La patria es el otro», decía Oesterheld. Hoy, la patria también es la memoria.