Una advertencia que marcó su carrera
Mónica Garza jamás imaginó que una entrevista con Los Tucanes de Tijuana terminaría con una amenaza velada. La palabra clave: silencio. La consecuencia: miedo.
Durante años, Mónica Garza fue una de las figuras más visibles de la televisión mexicana. Pero hay un momento que nunca olvidará: la vez que Mario Quintero Lara, vocalista de Los Tucanes de Tijuana, le lanzó una advertencia directa, tras una entrevista que incomodó a la agrupación.
Todo ocurrió durante su etapa al frente del programa “Historias Engarzadas”, cuando se atrevió a tocar un tema incómodo: los supuestos vínculos de la banda con el narcotráfico.
El encuentro con Los Tucanes de Tijuana
El contexto de la entrevista
En uno de los episodios del popular programa de TV Azteca, “Historias Engarzadas”, Garza entrevistó a la famosa agrupación norteña. La charla parecía seguir el guion tradicional: trayectoria, influencias musicales, vida personal.
Pero Mónica rompió el esquema.
«Le saqué al vocalista de la agrupación una investigación que había levantado la DEA sobre ellos, a partir de que cantaban corridos dedicados a cierto personaje de la delincuencia organizada», relató en su podcast “Perversiones de un café”.
Con esa pregunta, la periodista expuso un tema del que pocos se atrevían a hablar frente a las cámaras: los narco-corridos y su posible relación con grupos criminales.
El momento de la amenaza
Al finalizar la entrevista, Mónica pidió una fotografía con la banda. Fue ahí donde Mario Quintero se acercó y le lanzó una frase que heló la sangre:
“A ver si no me quitan a mí de cantar por sus preguntas. Porque si a mí me quitan de cantar, a usted la van a quitar de estar preguntando.”
La amenaza, disfrazada de comentario casual, tenía un claro mensaje: no te metas con nosotros.
¿Quién es Mónica Garza?
Periodismo con agallas
Mónica Garza ha construido una carrera a base de preguntas incómodas y periodismo con carácter. Su paso por “Ventaneando” la consolidó en el mundo del espectáculo, pero fue en “Historias Engarzadas” donde abrazó su faceta más crítica.
Desde hace unos años, conduce en ADN 40, medio donde continúa haciendo periodismo de profundidad. La amenaza de Mario Quintero no detuvo su trayectoria, pero sí dejó una huella indeleble en su memoria profesional.
Los Tucanes de Tijuana y la polémica de los narcocorridos
¿Qué son los narcocorridos?
Los narcocorridos son un subgénero musical dentro del regional mexicano que narra las hazañas, poder o tragedias de personajes vinculados al narcotráfico. Aunque su origen data de varias décadas atrás, en los 2000 se convirtieron en un fenómeno comercial y cultural.
Los Tucanes de Tijuana son una de las agrupaciones más emblemáticas del género. Han sido reconocidos y vetados casi en igual medida.
Vínculos sospechosos
En años anteriores, agencias como la DEA (Drug Enforcement Administration) investigaron el posible uso de este tipo de música como herramienta de apología o blanqueo narrativo del crimen organizado. Aunque nunca se comprobaron cargos formales contra Los Tucanes de Tijuana, la sospecha persiste en sectores del periodismo y la opinión pública.
El silencio que incomoda
¿Por qué esta historia impacta?
Porque mezcla música, periodismo y crimen organizado, tres elementos explosivos en el México contemporáneo. La advertencia a Garza refleja cómo el poder cultural de los músicos puede convertirse en una forma de intimidación encubierta.
En un país donde periodistas son asesinados por su labor, cada frase como la que recibió Mónica debe tomarse en serio.
¿Y el vocalista?
Hasta el momento, Mario Quintero no ha emitido ninguna declaración pública. El silencio de Los Tucanes puede interpretarse de varias formas: desdén, miedo o estrategia.
En cualquier caso, el daño ya está hecho: el testimonio de Mónica ha reavivado la discusión sobre la libertad de prensa y los límites del poder simbólico de los músicos.
¿Qué dicen las cifras?
- México es uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo, según Reporteros Sin Fronteras.
- En 2023, más de 13 periodistas fueron asesinados por causas relacionadas con su trabajo.
- Un estudio del Centro de Investigación en Comunicación (CICOM) reveló que el 68% de los comunicadores ha recibido amenazas en algún momento de su carrera.
El testimonio como resistencia
La decisión de Mónica Garza de contar esta historia años después no es casual. Habla de un contexto donde, poco a poco, las mujeres periodistas rompen el silencio y denuncian los abusos de poder, incluso aquellos que se disfrazan de simple «comentario».
Su testimonio no sólo señala a un artista: desnuda el miedo que muchas comunicadoras viven en silencio.
¿Quién protege a quienes preguntan?
En un país donde la música puede ser arma de guerra cultural y el periodismo un oficio de alto riesgo, la historia de Mónica Garza nos obliga a preguntarnos:
¿Quién cuida a quienes hacen las preguntas incómodas?
La amenaza que vivió no es un hecho aislado, es parte de un sistema donde el poder, disfrazado de fama, sabe callar sin necesidad de gritar. Y si el silencio de Mario Quintero incomoda, la voz de Mónica Garza incomoda aún más, porque resiste.