En Palacio Nacional, Claudia Sheinbaum dio un golpe de timón: renovó el Pacic y fijó el precio máximo de la canasta básica en 910 pesos. Un acuerdo que busca frenar la carestía.
Renovación del Pacic: una estrategia contra la inflación
La renovación del Paquete contra la Inflación y la Carestía (Pacic) se ha convertido en una pieza clave del gobierno mexicano para contener el alza de precios. Este acuerdo, firmado originalmente el 4 de mayo de 2022 bajo el mandato de Andrés Manuel López Obrador, surge como respuesta directa a las presiones inflacionarias mundiales causadas por la guerra en Ucrania y las secuelas del Covid-19.
Hoy, bajo la presidencia de Claudia Sheinbaum, el Pacic se mantiene vigente con una renovación que extiende su aplicación por seis meses más. La mandataria se reunió con 19 empresas productoras de alimentos y 11 comercializadoras en Palacio Nacional, reafirmando su compromiso con el bolsillo de los mexicanos.
910 pesos: el nuevo límite
El precio máximo de la canasta básica queda fijado en 910 pesos, un monto acordado para contener los costos de los 24 productos esenciales que la conforman. Este tope impide que tanto productores como tiendas de autoservicio eleven sus precios más allá de lo estipulado.
¿Cuáles son los productos de la canasta básica del Pacic?
Los productos incluidos fueron seleccionados por su alta demanda y necesidad diaria en los hogares mexicanos. Son:
- Aceite vegetal
- Chuletas de cerdo
- Arroz
- Manzana
- Frijol
- Pollo entero
- Atún en lata
- Pasta para sopa
- Huevo
- Plátano
- Sardina en lata
- Azúcar morena
- Jabón de tocador
- Pan de caja
- Bistec de res
- Jitomate
- Zanahoria
- Tortilla de maíz
- Papel higiénico
- Cebolla
- Leche
- Papa
- Chile jalapeño
- Limón
La continuidad del acuerdo: contexto y tensiones
Desde su inicio en 2022, el Pacic ha sido renovado cada seis meses. La primera renovación bajo el mandato de Sheinbaum se llevó a cabo el 12 de noviembre, en una clara señal de continuidad con las políticas sociales de su antecesor.
Alianzas estratégicas con la IP
El hecho de que 30 empresas (19 productoras y 11 comercializadoras) hayan aceptado mantener precios refleja un consenso que, en un entorno inflacionario, no es fácil de lograr. Estas alianzas permiten mitigar el impacto de la inflación sin recurrir a subsidios masivos o controles coercitivos.
Seguiremos aumentando el salario mínimo, hasta alcanzar, al menos, 2.5 canastas básicas diarias. pic.twitter.com/e24d1WyOZN
— Claudia Sheinbaum Pardo (@Claudiashein) March 2, 2024
Impacto social y económico
Un respiro para millones de hogares
Con una inflación subyacente que ha afectado el poder adquisitivo, esta renovación se percibe como una medida directa de alivio económico. Evita que el costo de productos esenciales se dispare y protege a los sectores más vulnerables.
Críticas y limitaciones
Sin embargo, no faltan las voces críticas. Economistas advierten que el control de precios puede provocar desabasto o afectar a pequeños productores que no forman parte del convenio. «Es una medida efectiva en el corto plazo, pero insostenible si no se acompaña de estrategias productivas», señala el analista financiero José Luis de la Cruz.
Un modelo que podría replicarse
El Pacic se posiciona como un ejemplo de colaboración público-privada que podría ser replicado en otras regiones de América Latina, donde el alza de precios también afecta la seguridad alimentaria.
La renovación del Pacic no solo establece un precio máximo: redefine el papel del Estado en la defensa del poder adquisitivo. La pregunta que queda en el aire es si, con el tiempo, esta estrategia podrá transformar estructuralmente el mercado o si solo es un respiro temporal.