El crimen que sacudió a la capital
Apenas amanecía el 20 de mayo cuando una escena fría y calculada se desarrolló frente al Metro Xola. Ximena Guzmán y José Muñoz, funcionarios del gobierno de Clara Brugada, fueron asesinados a sangre fría. Un nuevo video revela con claridad cómo ocurrió todo.
Una ejecución meticulosamente planeada
La llegada de la víctima
Ximena Guzmán estacionó su camioneta con las intermitentes encendidas. Iba a recoger a su compañero José Muñoz, quien salía del Metro Xola a las 06:31 a. m.
El asesino disfrazado
El sicario, sentado sobre un respiradero de la calzada de Tlalpan, vestía un chaleco fosforescente y casco. Simulaba esperar el transporte público. Incluso levantó la mano como si hiciera la parada a un camión. Pero su verdadero objetivo estaba frente a él.
El ataque silencioso
Con frialdad quirúrgica, el sicario se levantó y disparó primero contra Ximena, luego contra José. Usó un arma con silenciador, lo que evitó pánico inmediato en la zona. Esa tecnología le permitió retirarse caminando, como si nada hubiera pasado.
Las autoridades confirman: fue un ataque coordinado
La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México y la Secretaría de Seguridad Ciudadana revelaron que al menos cuatro personas participaron materialmente en el crimen. Las investigaciones siguen abiertas para establecer el móvil y dar con los autores intelectuales.
Implicaciones políticas y sociales
Este ataque ocurre en un contexto delicado: los dos funcionarios trabajaban de cerca con Clara Brugada, actual jefa de Gobierno de la Ciudad de México. Las especulaciones sobre motivaciones políticas no se han hecho esperar, aunque hasta ahora no hay confirmación oficial.
La ejecución frente a un punto tan concurrido como el Metro Xola envía un mensaje escalofriante: los responsables no temen ser vistos, porque saben cómo borrar sus huellas.
Lo que deja este nuevo video
- Mayor nitidez: A diferencia del primer material difundido, este nuevo video ofrece detalles claros del rostro del asesino.
- Modus operandi profesional: El uso de chaleco y casco simulando ser trabajador revela preparación.
- Silenciador como herramienta clave: La falta de ruido al disparar permitió que el crimen pasara inadvertido por segundos cruciales.
La ciudad exige respuestas
La indignación no se ha hecho esperar. En redes sociales, ciudadanos y figuras públicas piden justicia y transparencia. “No puede ser que maten a funcionarios a plena luz del día y no haya consecuencias”, se lee en uno de los mensajes virales.
Cuando el silencio es mortal
Este caso no solo impacta por la violencia, sino por el nivel de sofisticación del crimen. Un sicario que se mimetiza con el entorno urbano, una ejecución sin ruido, una huida peatonal. Todo apunta a un mensaje oscuro y bien planeado.
¿Está preparada la Ciudad de México para enfrentar una criminalidad tan precisa y organizada? Las próximas semanas serán clave para responder esa pregunta.