Una escena brutal que sigue viva en redes
Estaba transmitiendo en vivo cuando la muerte llegó. Valeria Márquez, influencer de Zapopan, fue asesinada frente a su audiencia digital. Erika, su colega, apagó la transmisión… y quedó marcada para siempre.
El crimen que conmocionó a Zapopan
Valeria Márquez, creadora de contenido y dueña del salón Blossom The Beauty Lounge, fue asesinada mientras transmitía en vivo. Las imágenes del ataque circularon sin control por redes sociales, encendiendo una ola de indignación en todo México.
La joven había recibido un misterioso regalo. Poco después, un sicario ingresó al local, la atacó y huyó. Erika, empleada del lugar y testigo del hecho, fue quien tuvo que apagar el live.
Erika, la testigo que también quedó herida
Señalada sin pruebas
A los pocos días del asesinato, el nombre de Erika ya circulaba en redes sociales. Usuarios comenzaron a vincularla con el crimen, sugiriendo que habría tenido algún rol en la entrega del «regalo trampa».
Sin embargo, según su abogada, Erika simplemente cumplía funciones laborales como manicurista en el salón de Valeria. No tenía conocimiento alguno del atentado.
«Erika ha quedado emocionalmente devastada por lo ocurrido y sobre todo por la injusta carga que hoy enfrenta», declaró su defensa.
Declaración clave ante la Fiscalía
Llamada por la Fiscalía estatal, Erika prestó declaración como testigo. Su aporte resultó fundamental para la generación de un retrato hablado del presunto asesino. Además, ayudó a identificar dos vehículos posiblemente implicados en el crimen.
La sombra de las redes sociales
Revictimizar a la víctima colateral
Lo que vivió Erika no fue solo presenciar un asesinato: fue quedar atrapada en la maquinaria viral de las redes.
Su rostro, su nombre y su supuesta «culpabilidad» se esparcieron en cuestión de horas. La narrativa digital, muchas veces carente de pruebas, la convirtió en blanco de acusaciones que la Fiscalía ni siquiera ha considerado formalmente.
Un caso de juicio social anticipado
Este episodio pone de relieve un problema creciente: el linchamiento digital. Erika no ha sido imputada, pero ha debido defender su honor en un entorno donde la verdad queda desplazada por la inmediatez del juicio online.
Una investigación en curso
Las autoridades de Zapopan han convocado a más de 20 personas, entre amigas, testigos y trabajadores cercanos a Valeria. El objetivo: reconstruir minuto a minuto lo que ocurrió ese día fatídico en Blossom The Beauty Lounge.
Mientras tanto, la vida de Erika ha cambiado para siempre. Ha tenido que enfrentar interrogatorios, señalamientos, y sobre todo, el trauma de haber presenciado un crimen brutal.
¿Justicia o revictimización?
El asesinato de Valeria Márquez exige justicia. Pero también exige responsabilidad social. Apuntar sin pruebas, convertir en sospechosa a quien fue testigo, es también una forma de violencia.
Erika merece, como toda víctima colateral, un espacio de duelo y reparación. Las redes sociales deben reflexionar sobre su poder y sus consecuencias.
