Una vida apagada en segundos
Era mediodía en Bogotá cuando un acto brutal quedó registrado para siempre en una cámara de seguridad. Heithy Katherine Veloza Gutiérrez, de 26 años, fue asesinada dentro de una farmacia del barrio Britalia. Un feminicidio que ha sacudido profundamente a la capital colombiana y que abre interrogantes urgentes sobre la violencia de género y la seguridad ciudadana.
Un ataque directo y sin aviso
La escena es aterradora: cuatro mujeres dentro de una farmacia, una de ellas, Heithy Katherine, acompañada por una amiga. Segundos después de su ingreso, un hombre armado entra y le dispara cuatro veces a quemarropa. No hubo robo, no hubo amenazas al resto. El objetivo era claro: ella.
Crimen captado en video
Las imágenes muestran a Heithy con una chaqueta negra y blanca. Estaba tranquila. Nada presagiaba el horror. La otra mujer que la acompañaba huye desesperada al escuchar los disparos. Las otras dos presentes quedan petrificadas. El asesino, con frialdad, abandona el lugar corriendo.
Reacciones y conmoción en la comunidad
Kennedy, una de las localidades más pobladas de Bogotá, está acostumbrada a la violencia urbana, pero este crimen ha marcado un nuevo umbral. La población local, al enterarse del hecho, no tardó en acudir al lugar. Videos compartidos en redes muestran a vecinos consternados.
«No fue un robo, fue un feminicidio»
La Policía de Bogotá confirmó que el ataque fue directo y personal, lo que hace pensar en una relación previa entre la víctima y su agresor. “No hubo hurto ni intimidación hacia las otras personas presentes. El objetivo era exclusivamente ella”, explicó un oficial en declaraciones preliminares.
Un feminicidio que evidencia una problemática estructural
Colombia ha sido señalada por organizaciones internacionales por los altos índices de feminicidio. En 2023, se registraron más de 600 casos de asesinatos de mujeres por razones de género, según datos de la Fundación Feminicidios Colombia.
La impunidad como cáncer social
En muchos casos, los agresores no son capturados, o enfrentan penas reducidas. Las familias de las víctimas denuncian un sistema judicial lento y poco sensible. El caso de Heithy podría terminar como una cifra más, a menos que las autoridades actúen con celeridad y transparencia.
Un grito de justicia desde Kennedy
Vecinos y colectivos feministas han comenzado a organizar vigilias y manifestaciones para exigir justicia por Heithy Katherine Veloza. «No podemos seguir normalizando que maten mujeres en plena luz del día», afirmó una activista local.
La investigación en curso
Las autoridades han abierto una línea investigativa basada en posibles vínculos personales entre la víctima y el agresor. El hecho de que el atacante actuara con tanta seguridad y sin intimidar a terceros, refuerza la hipótesis de un feminicidio planeado.
El caso de Heithy Katherine Veloza no es un hecho aislado. Es el reflejo de una violencia silenciosa que muchas veces sólo se visibiliza cuando es demasiado tarde. ¿Hasta cuándo seguirán muriendo mujeres en la cotidianidad de nuestras ciudades? Este crimen debe ser un punto de quiebre, un llamado urgente a la acción.