«Feminicidio de La Mona»: el macabro engaño que acabó con su vida

«Si me muero, me planchan el cabello». La frase, escrita por La Mona hace un año, hoy resuena como un presagio. Su feminicidio ha conmocionado a Colombia.

El crimen que estremeció a Cúcuta

El pasado 15 de mayo, la joven influencer colombiana María José Estupiñán, conocida como «La Mona», fue asesinada en la puerta de su casa en Cúcuta. El atacante, que se hizo pasar por un mensajero con un regalo, le disparó a quemarropa antes de huir a pie.

La escena del crimen no solo dejó a una familia devastada, sino también a miles de seguidores perplejos. La frialdad del ataque y el uso de un engaño tan calculado recuerda el caso de Valeria Márquez, influencer mexicana asesinada bajo un modus operandi similar.

Un presagio en redes sociales

Casi un año antes de su muerte, La Mona había compartido en redes un post que hoy hiela la sangre: «Si me muero, que me ondulen el cabello y no me quiten las pestañas». El mensaje, entonces curioso y divertido, se transformó en un testamento no oficial que sus seguidores viralizaron tras conocerse su asesinato.

El texto original había sido compartido por otra usuaria, pero María José lo personalizó. La frase, convertida en tendencia, ha reavivado el debate sobre la violencia de género en Colombia y la vulnerabilidad de las mujeres, incluso las que tienen voz pública.

Feminicidio y justicia: una lucha pendiente

Investigaciones en curso

La Fiscalía General de Colombia ha abierto una investigación para esclarecer el crimen. Se analizan grabaciones de seguridad en los alrededores del domicilio de La Mona y se han recolectado testimonios para identificar al sicario. Hasta el momento, no hay detenidos.

Hipótesis sobre el móvil del crimen

Fuentes no oficiales indican que el asesinato podría estar relacionado con un conflicto legal entre La Mona y su expareja. El hombre, según trascendió, debería haberle pagado una indemnización por violencia de género. Aunque esta versión no ha sido confirmada por las autoridades, ha tomado fuerza entre los medios y la opinión pública.

La reacción social y digital

Entre el homenaje y la indignación

Las redes sociales se convirtieron en un espacio de duelo colectivo. Miles de usuarios compartieron fotos, mensajes y exigencias de justicia. «No fue una más», escribió una seguidora. «La Mona era una voz joven que merecía vivir sin miedo».

Influencers en riesgo

El caso ha reabierto el debate sobre la seguridad de las figuras públicas en redes sociales. Influencers, especialmente mujeres, se exponen a violencia digital y física sin que existan protocolos claros de protección.

Una vida interrumpida

María José Estupiñán tenía 22 años. Era universitaria y construía una comunidad en redes con mensajes positivos, rutinas de belleza y reflexiones cotidianas. No había alcanzado la cumbre de su carrera, pero su presencia ya era inspiradora para muchas jóvenes.

Su feminicidio no solo deja una pérdida irreparable para su familia, sino una advertencia para una sociedad donde la violencia de género sigue cobrando vidas cada semana.

¿Cuántas mujeres más deben ser asesinadas antes de que la justicia sea eficaz y preventiva? El feminicidio de La Mona es un espejo doloroso de nuestra realidad: una mezcla de impunidad, machismo estructural y un Estado que llega tarde. La memoria de María José exige acción, no solo luto.

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