Asesinato de equipo de Clara Brugada: nuevo video revela identidad del sicario

Una ejecución a plena luz del día

En medio del ruido cotidiano de Calzada de Tlalpan, una escena planeada con precisión militar se desarrolló sin levantar sospechas. El asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz, parte del equipo cercano de Clara Brugada, no fue un acto impulsivo: fue una ejecución meticulosa con silenciador, identidades ocultas y una ruta de escape estudiada. Un nuevo video lo confirma: el sicario sabía exactamente lo que hacía.

El engaño antes del ataque

Durante 2 minutos con 39 segundos, el atacante esperó inmóvil. Fingía ser un trabajador de la construcción. Hacía la parada a taxis, revisaba su celular, pasaba desapercibido. Estaba justo en el sitio habitual donde Ximena y José iniciaban su jornada.

Cuando vio llegar a José, se acercó sin prisa. Primero disparó contra Ximena —recibió ocho balazos—, luego contra José —cuatro impactos letales—. Ambos murieron al instante.

Un silenciador que hizo la diferencia

Según La Silla Rota, el arma usada tenía silenciador, lo cual explica por qué pocos notaron los disparos. Un trabajador de limpia alcanzó a escuchar el sonido amortiguado y se escondió. La cámara del C2 Sur que podría haber captado todo no funcionaba. Esto permitió que el asesino escapara con tres minutos de ventaja.

Reconocimiento facial y nuevos sospechosos

La Fiscalía capitalina y la SSC ya tendrían la probable identidad del sicario, gracias al sistema de reconocimiento facial. Aunque su nombre aún no se ha revelado, se investiga si está vinculado a otros crímenes similares.

¿Cómo escaparon?

  1. El agresor corrió hasta encontrarse con un cómplice en motocicleta.
  2. A 500 metros abandonaron el vehículo, junto con casco y chaleco.
  3. Con un tercer implicado, abordaron una camioneta Nissan Kicks azul, también abandonada más tarde.

En todos los objetos abandonados, no hay huellas. Los sicarios usaban guantes. Las balas, calibre 9 mm, no coinciden con crímenes anteriores.

La preparación del crimen

Una grabación del 14 de mayo, seis días antes del ataque, muestra al mismo hombre, con chaleco fosforescente y casco, esperando en el mismo lugar y a la misma hora. Solo Ximena llegó ese día. El crimen no se ejecutó por la ausencia de José.

Ese video sugiere una planeación metódica, vigilancia previa y la confirmación visual de objetivos.

Rastro hasta el AIFA

La fuga no terminó en Iztacalco. Las investigaciones siguieron a los implicados hasta Tonanitla y Zumpango, Estado de México. Allí, una camioneta blanca tipo Urban fue vista en dirección al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), lo que apunta a una ruta de escape internacional o, al menos, fuera del Valle de México.

El segundo cómplice

Imágenes de cámaras en Iztacalco muestran al segundo implicado: sudadera negra, jeans, botas, gorra roja. En algunas tomas, lleva guantes. Su identidad aún no ha sido confirmada.

Un crimen que sacude la política

Este doble asesinato no solo es un crimen atroz; es también un mensaje. Ocurre en el contexto de una de las campañas más importantes de la capital. Clara Brugada, figura clave de la 4T, ve amenazado a su equipo de confianza en plena contienda electoral.

¿Y ahora qué?

La precisión del ataque, el uso de tecnología, el silencio táctico y la ruta de huida revelan una operación profesional. ¿Qué grupo está detrás? ¿Qué mensaje se quería enviar? ¿Es un ataque político o una venganza criminal?

Las autoridades tienen datos, pero el silencio oficial solo aumenta las especulaciones. ¿Habrá justicia o se sumará este crimen a la larga lista de impunidad en México?

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